El juez Claudio Bonadío elevó a juicio oral la causa dólar futuro en la que está acusada la ex-presidenta Cristina Fernández y ex funcionarios como Axel Kicillof y Alejandro Vanoli.
La elevación a juicio oral también había sido pedida por la propia Cristina Kirchner, quien sostiene que el juez procede con fines políticos. La causa, a diferencia de otras como Los Sauces, no investiga el enriquecimiento de los acusados ya que no es esa la sospecha, sino de haber enriquecido con la maniobra a otros beneficiarios. Están acusados por ello de defraudación a la administración pública.
La ex-mandataria había sido procesada por el juez el año pasado por entender que la venta de dólares a futuro si bien era una herramienta legítima, se realizó en perjuicio del Estado nacional. También el juez la inhibió en su patrimonio.
Además, consideró en aquella oportunidad “el Poder Ejecutivo Nacional, fue avasallando con sus actos la formal autarquía de la entidad monetaria”.
Sin embargo, algunos analistas políticos establecen que la causa es una mera maniobra política ya que la acusación se basa en que el ejecutivo obligó a vender un dólar a 10 pesos cuando en verdad debería haber sido vendido a 15. Sin embargo estos analistas establecen que aun no había sido producida la devaluación y que la venta de dólares futuros buscaba contrarrestar las presiones devaluatorias.
Incluso muchos funcionarios del actual gobierno fueron denunciados ya que fueron grandes compradores de dólares futuros y a la vez quienes instrumentaron la devaluación de alrededor un 40%. Se trata del vicejefe de Gabinete, Mario Quintana; el secretario de Coordinación de Políticas Públicas, Gustavo Lopetegui, a quienes Bonadio declaró la «inexistencia de delito».