Las elecciones 2023 se presentan angustiosas para el Frente de Todos, que busca dirimir las diferencias políticas innegables dentro de la alianza en una cuenta regresiva que conforme avanza parece ir restándole chances electorales, ya que las decisiones o la falta de ellas para revertir la preocupante situación económica forman parte del cóctel de diferencias. La elección nacional se presenta muy difícil, sobre todo porque entre los sectores que responden a Alberto Fernández y los que responden a Cristina Fernández de Kirchner no puede decirse que exista un diálogo. Al menos así quedó reflejado en declaraciones de Máximo Kirchner y en un tuit de la vicepresidenta. La situación económica, el panorama internacional, el plan de Juntos por el Cambio para volver al gobierno llevan a algunos a pensar que la mejor opción es suspender las elecciones primarias, y que solo haya un turno electoral, tal vez dos si se necesitara ballotage. A esa propuesta, otros sectores del Frente de Todos se oponen.
En estas condiciones de confrontación pública interna del peronismo, explican algunos, ir a una PASO entre sectores internos garantizaría la derrota. Así razonan quienes proponen que Cristina sea la candidata porque tiene las mejores chances electorales. Una candidatura única obligaría que las diferencias se resuelvan internamente. Pero los que apoyan la idea de mantener las PASO (empezando por el presidente de la nación) pueden opinar que esa instancia electoral puede ayudar a dirimir las diferencias por medio del voto y que puede aumentar el caudal electoral en las generales. Todo es posible.
Las Primarias Abiertas Simultáneos y Obligatorias que desde 2011 se realizan en Argentina por medio de la sanción de una ley, nunca terminaron de convencer al peronismo. En la actualidad la disputa dentro del Frente de Todos es por suspenderlas o mantenerlas. Los sectores que respaldan a Cristina, los intendentes y los gobernadores creen que ante la situación económica que se vive y el desorden político dentro de Frente debe buscarse una candidatura única y suspender las PASO. El mecanismo para dirimir diferencias sería el de la unidad obligada: no habiendo PASO, hay que buscar la mejor lista única para aumentar las chances electorales.
Esa explicación agrega que Cristina debiera ser la candidata única a la presidencia, lo que colisiona con las aspiraciones del actual presidente de la Nación, Alberto Fernández, que sigue manteniendo su postulación pese a que los sondeos no le favorezcan. Siguiendo la postura de los dirigentes que promueven la candidatura a Cristina, si hubiera PASO la vicepresidenta no estaría dispuesta a aceptar ser candidata. Lo dijo Máximo Kirchner: «es pedirle demasiado» a quien ya dio suficiente.
Ese ya dio suficiente no se remonta sino a otro proceso electoral: el que definió la creación del Frente de Todos en 2019 y la candidatura única de Alberto Fernández, que en las elecciones anteriores (2017) había formado parte del equipo de campaña de Florencio Randazzo que compitió en esa elección con el partido Cumplir contra Unidad Ciudadana que llevó como candidata a senadora por la provincia de Buenos Aires a Cristina Fernández. Según explicó Máximo Kirchner, Cristina «cedió» en 2019 momento para que Alberto Fernández fuera el candidato.
Todavía hay más razones que apoyan la suspensión de las PASO para algunos que recuerdan lo sucedido en 2015, cuando al finalizar el mandato de Cristina Fernández se habilitaron las internas en la provincia de Buenos Aires que tuvo dos candidaturas: Aníbal Fernández – Martín Sabatella y Julián Domínguez – Fernando Espinoza. Compitieron ferozmente por la gobernación, incluyendo denuncias cruzadas de colaboración con partidos de la oposición para involucrar a uno u otro con el tráfico o malversación de fondos. No terminó allí: llegó a denunciarse la existencia de boletas falsas destinadas a menguar el caudal electoral del otro. Solo quedaría agregar que aquel episodio fue precedido de una definición de la candidatura a presidente de Daniel Scioli poco satisfactoria. Scioli era por entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires y no tuvo contrincante en la PASO. Pero la definición de su candidatura trajo más de un problema: entre los varios anotados que había se encontraban Agustín Rossi, Randazzo, Domínguez y el propio Aníbal Fernández que cuando era consultado por sus aspiraciones respondía «qué cura no sueña con un día ser Papa».
En favor de la candidatura única y la suspensión de las PASO para 2023 se manifestó el intendente de Pehuajó, Pablo Zurro que pidió la candidatura de Cristina en 2023. Es uno de los que permanentemente recuerda el episodio de 2015 en la provincia. En una entrevista hace poco tiempo atrás fue categórico sobre la situación económica y la apuesta por la candidatura de Cristina en 2023: “Nosotros no tenemos que bajar las banderas, tenemos las banderas de los 12 años de Cristina, no podemos dejar las banderas. Estamos complicados pero nunca debemos bajar las banderas porque la gente la última esperanza que le queda, y que se enoje el que se tenga que enojar, se llama Cristina Fernández de Kirchner porque la gente ya vio que realmente se plantó y pudo cambiar muchísimas cosas“, dijo a Radio El Destape.
El intendente de Berazategui, Juan José Mussi hizo un público respaldo a la gestión de Axel Kicillof en la provincia pidiendo su reelección y a nivel nacional por la unidad del peronismo, alertando de lo que podría suceder si ganara Juntos Por el Cambio la elección de 2023. Pero también Mussi, en esa entrevista que concedió a Radio Rebelde, fue claro sobre el panorama social: «hay gente que aún trabajando es pobre«.
Con esta mesa servida algunos se sorprendieron de las declaraciones que Máximo Kirchner lanzó en la inauguración del nuevo programa de TV por Youtube del periodista Roberto Navarro. Allí dijo: «Creo que Cristina no será candidata en 2023«. El uso del condicional, y que sus palabras finalmente no sean lo que suceda no puede pasarse por alto: dijo «creo». El sentido de la frase es: en estas condiciones Cristina no sería candidata. En la misma entrevista también develó la falta de diálogo que personalmente tiene con Alberto Fernández y sus colaboradores.
Si las PASO siguen adelante y Alberto fuera candidato podría tener competidores, lo que llamó la atención del diputado Kirchner: «que su presidente vaya a PASO con otros competidores es por lo menos extraño«. Preguntado por cuál sería la otra opción y si hacía mucho que no hablaba con Alberto, respondió: «hace mucho que no tengo idea en qué andan«. Y agregó sobre posibles candidaturas que «Alberto creo que ha dicho que sí, por lo que leí (Sergio) Massa ha dicho que no y Cristina creo que tampoco va a ser. Ha hecho un gran esfuerzo«.
Con esa última frase el diputado remitió la discusión al momento en que se forjó el acuerdo que dio origen al Frente de Todos, el momento en que Cristina propició la candidatura de Fernández, hecho que parece no ser interpretado por todos los integrantes de la misma forma: «el desgaste es muy grande en una presidencia y el esfuerzo que ha hecho Cristina es enorme. Ha hecho el esfuerzo incluso de ceder cuando era naturalmente la candidata en 2019 y seguramente hubiera ganado. También ese ataque formidable de los medios de comunicación sobre su figura, de propios integrantes finalmente del Frente de Todos, la llevó a tomar una decisión que, ella lo sabe a mi entender, siempre fue equivocada, pero en términos reales se ganó, que era lo que había que hacer«, dijo Máximo Kirchner.
El programa de Navarro funge ahora como un espacio eventual de realización de la unidad del oficialismo: allí también pasaron Axel Kicillof, Alberto Fernández, luego Eduardo «Wado» de Pedro y Sergio Massa. Uno atrás de otro en unos días.
En la visita del presidente Alberto Fernández se dio un diálogo interesante: «¿Vos querés ser reelegido?«, preguntó Navarro. «Lo que quiero es que seamos capaces de hacer un debate democrático interno, sin exclusiones y respetándonos«, respondió el presidente. «La unidad del Frente de Todos es importantísima y entiendo todas las diferencias que podamos tener, todas las entiendo, no todas las comparto por eso son diferencias pero lo que tenemos que hacer es eso«, dijo y aclaró su rol como presidente: «Yo tengo que estar concentrado en eso«, en los problemas económicos del país como la inflación que anteriormente el periodista le reclamó.
«Por favor, ordenémonos, vayamos juntos, resolvamos nuestras diferencias escuchando a nuestra gente y vayamos» dijo Fernández que dijo desear que «dejemos de tratarnos mal entre nosotros y ocupémonos de dónde esta el problema realmente, yo no siento que el problema esté internamente«.
El periodista fue al hueso y le preguntó si quería o no mantener las primarias abiertas: «yo creo que lo mejor es que la gente vote. Que cuanto más movilicemos a la gente en una votación«.
«¿En una PASO?«, repreguntó ansioso el periodista: «Es lo que yo creo«, repuso el presidente que a la vez se desentendió que el problema sea su responsabilidad: «No está en mis manos. Yo no tengo el poder de poner o sacar las PASO«, dijo apelando a la división de poderes que atribuye esa potestad al Poder Legislativo.
«Yo creo que ha sido un gran instrumento que Cristina creó«, dijo también devolviendo el problema a su creadora, pero se mostró «dispuesto a dar el debate«, pero considerando que las PASO son «un gran instrumento para calificar los candidatos«, aunque «mi mayor preocupación en este momento es gobernar«.
Una pregunta lo devolvió al tema: «¿Irías a una PASO con Cristina?«. «No lo sé, no estoy pensando en eso, tranquilamente podría ser candidata, y tranquilamente podría ir a una PASO, es una dirigente superlativa, ¿cómo alguien va a negar esto?», lanzó en una frase de la que al menos se desprende que quiere ser candidato y que evalúa competir con la propia Cristina. Así Fernández orientó el tema señalando que «el mejor peronismo es el peronismo que debate«.
Navarro le trasladó, en parte, el planteo del diputado Kirchner: «En 2019, cuando vos trabajabas con ella, ella dijo ‘si para ganar yo me tengo que excluir, yo me excluyo’«. Rápido, el presidente opuso: «Yo haría lo mismo«.
Eduardo «Wado» de Pedro es ministro del Interior, además de dirigente del kirchnerismo de confianza con Cristina, tal vez el único de esa lealtad que le queda al gobierno nacional. Consultado por el tema en el mismo programa dijo: «el 100% de los gobernadores y las gobernadoras del Frente de Todos se manifestaron a favor de que no haya 4 elecciones en el año«. Ese es un actor nada despreciable, que el presidente obvió incluir en sus palabras.
El ministro del Interior, que tiene competencia en la planificación de las elecciones y diálogo fluido con gobernadores opinó que «las discusiones internas deben darse adentro de cada una de las fuerzas políticas, eso revitaliza la discusión interna. Es lo que plantea la mayoría del Frente de Todos, los gobernadores, los intendentes y las gobernadoras y las intendentas plantean«. Un argumento bien distinto al de Alberto Fernández, a tal punto que De Pedro agregó que «el presidente es el que tiene la definición«. Como se ve, los acuerdos son pocos, ya que el presidente dijo no tener la definición. Este pequeño gran debate podría recordarse en torno a la máxima peronista: «el que gobierna conduce«.
Lejos del escenario que comentó el presidente, De Pedro sostuvo que «por eso se generan tensiones y se discute públicamente porque la mayoría de los gobernadores y los intendentes quiere convencerlo al presidente de la idea que tienen ellos«. Ese «quieren convencerlo» devela una posible confrontación.
Mientras tanto, la vicepresidenta realizó un tuit contundente, que también viene a revelarnos la naturaleza del actual gobierno. Mediante esa plataforma clavó una nueva estaca en el historial de las diferencias con el presidente e hizo referencia al gobierno como algo que no integra: «Resulta francamente inaceptable el nuevo aumento, esta vez de dos dígitos (13,8%), que el Gobierno autorizó a las empresas de medicina prepaga«.
Resulta francamente inaceptable el nuevo aumento, esta vez de dos dígitos (13,8%), que el Gobierno autorizó a las empresas de medicina prepaga, y que de esta manera suman el 114% anual de aumento otorgado. O sea, más de un 20% sobre la inflación anualizada.
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) October 26, 2022
A este panorama queda agregar dos cosas. Una es que la portavoz de la presidencia, Gabriela Cerrutti, confirmó que el gobierno nacional no buscará eliminar las PASO en sintonía con las palabras del presidente: «Hay una ley vigente, que convoca a las PASO. Es una buena ley que implica más democracia, más participación«, dijo.
El otro componente es la diferencia acerca cómo usan las PASO en la oposición de Juntos Por el Cambio, que parece tenerle mucho menos temor a lo que pueda suceder allí. Poseedores también de una encumbrada interna, en cambio las utilizan como un ordenador político. En las últimas elecciones legislativas quedó en claro, habiendo incluso internas entre listas seccionales en la provincia de Buenos Aires, algo realmente muy atípico. A esas internas establecidas por ley, los radicales que forman parte de la alianza Juntos Por el Cambio le agregarán otra interna partidaria dirigida a dirimir sus autoridades en la provincia de Buenos Aires.