El hecho sucedió en Humahuaca donde se realizó una marcha por la paz y mediante crucifixiones quisieron mostrar el sufrimiento de los niños en el mundo. La jornada que fue apoyada por el Ministerio de Educación de la provincia terminó con un escándalo cuando algunos padres revelaron su descontento por lo sucedido.

Entre los «crucificados» había un niño de 9 años junta a adultos. Las ás de tres horas que los niños, padres y población presenciaron la marcha y congregación se hizo eterna para el niño que comenzó a llorar.

Jesús Olmedo, organizador de la “Marcha por la Paz y la Justicia” tuvo que ordenar que bajen al niño y según su explicación el niño se quería bajar porque hacía frío.

Una docente que estuvo presente contó que el cura hace tiempo que viene haciendo charlas con esa temática en las escuelas. Sin embargo contó que cuando llegó a la plaza con sus alumnos “Cuando vi esa imagen no sabía a dónde llevar a mis alumnos. Me quedé porque no podía creer lo que estaba pasando, y saqué fotos para que se difunda”.

La crítica vino porque si bien se autorizó a participar del acto a los niños en ningún lugar se decía que iba a haber crucifixiones. La tía de un niño, Florencia Califano, que además es docente contó que las personas que criticaron el acto fueron amenazadas. «Hay mucha persecución hacia la gente que critica estas cosas. Muchos dicen que son prácticas autóctonas y que los que no son de acá no entienden. Yo creo que estos actos no hacen más que reproducir la opresión que la Iglesia Católica siempre aplicó sobre los pueblos originarios” dijo a Página12. Y agregó que “Olmedo induce a la gente a hacer este tipo de actos. Es un perverso. Varias veces ha hecho que gente se crucifique en manifestaciones, y en los años noventa una vez hizo coserle la boca a unas mujeres”.