El presidente de la nación, Mauricio Macri dio a conocer «una nueva directiva de política de defensa nacional» en la que se detallan las nuevas funciones de los efectivos de las Fuerzas Armadas, entre las que se incluye la «colaboración» en tareas de «seguridad interior».

Macri indicó que el Gobierno busca impulsar un proceso de modernización de las Fuerzas Armadas que se va a iniciar con la nueva directiva de política de defensa nacional. En ese marco señaló que los militares actuarán como «apoyo logístico en la zona de fronteras», así como ante «eventos de carácter estratégico».

De esta forma el presidente abrió una brecha en la tradición democrática Argentina que desde el gobierno de Raúl Alfonsín había establecido una estricta separación entre «defensa» (tarea reservada exclusivamente para las fuerzas armadas) y «seguridad» (reservada a las fuerzas policiales y Gendarmería).

Dicha distinción había sido confundida en la última dictadura con el objetivo de volcar a las Fuerzas Armadas a la represión y asesinato de argentinos que buscaban alternativas políticas a los gobiernos militares.

Durante el gobierno de Alfonsín, las fuerzas armadas fueron un permanente espacio de conflicto que le valieron alzamientos y presiones al primer gobierno democrático luego de la dictadura, se estableció un acuerdo que alcanzó a todos los partidos políticos. El mismo que el presidente acaba de romper y que levantó críticas por doquier.

«Los argentinos vivimos en una zona de paz y estabilidad, pero somos partes de ese mundo complejo donde las amenazas, los riesgos y los desafíos que afectan a los estado requieren una coordinación y una articulación eficiente. Necesitamos que nuestras fuerzas sean capaces de afrontar los desafíos del siglo XXI, pero tenemos un sistema de defensa desactualizado producto de años de desinversión y de la ausencia de una política de largo plazo. Seguimos conservando un despliegue territorial para amenazas antiguas, estoy acá porque queremos saldar las fuerzas armadas de la democracia«, manifestó el jefe de Estado durante un acto que encabezó en Campo de Mayo junto al ministro de Defensa, Oscar Aguad, y los jefes militares.

Como parte de los nuevos roles, tendrán también como misión la participación en la «custodia y protección de los objetivos estratégicos», a los que se les agrega el desafío del ciberespacio porque tenemos que «contar con la capacidad de garantizar la seguridad de los activos e infraestructuras informáticas críticas del sistema de defensa nacional».

Por otro lado, mantendrán la misión de protección de los civiles argentinos «ante catástrofes naturales y emergencias de distinto tipo».

«Es tarea de toda la sociedad comprender y aceptar que los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas del siglo XXI son hombres y mujeres de la democracia. Hay que destacar el coraje que implica ser soldados de la patria«, señaló el Presidente. «Sabemos que esta transformación no va a ser fácil, los cambios posibles nunca lo son», puntualizó el mandatario.