Un hombre de 25 años asesinó a balazos a uno de sus amigos, luego prendió fuego al cadáver, lo descuartizó con un machete y esparció sus restos por una isla de la ciudad bonaerense de San Nicolás.

El acusado había declarado a la policía que se le había escapado un tiro por accidente mientras habían salido juntos de pesca, pero horas después sus coartadas se cayeron por completo al encontrar las partes del cuerpo de la víctima.

El episodio, conocido como el «crimen del loco del machete», horrorizó a toda la ciudad.

El episodio quedó al descubierto el lunes pasado, cuando Luis Manuel Avalos, de 25 años, se presentó en la sede de la DDI local para denunciar que le había quitado la vida a su amigo Jonathan Maximiliano Carrasco, de 30, por accidente, luego de que se le escapara un tiro a la escopeta que manipulaba.

De acuerdo a lo que publica el diario El Norte, la fiscal que entiende en la causa, Verónica Marcantonio, señaló que «el 16 de octubre me anoticia el instructor judicial Franco de Nicola que una persona, Luis Manuel Avalos, se había presentado en la sede de la DDI y había manifestado espontáneamente haber ido a pescar a la zona de las islas con un amigo suyo, Jonathan Carrasco y en medio de un accidente haberle disparado con una escopeta lo que le provocó su muerte. Inmediatamente con prefectura y policía científica nos constituimos en el sector de islas, frente a la bajada ‘Botto’ y de ahí nos fuimos directamente al lugar del hecho. Es un sitio de difícil acceso, con mucha vegetación, muy amplio, entonces se hizo un visu con personal de policía científica para no contaminar la escena del hecho porque no sabíamos con qué nos íbamos a encontrar”.

La representante del Ministerio Público agregó que «lo primero que vimos es un rancho de chapa acanalada, de dos metros de altura por cinco de ancho, el cual se accedía por una escalera y la puerta de ingreso estaba cerrada con candado. Al lado del rancho había un brasero con cenizas y otra fogata que presumiblemente hacía poco tiempo se había quemado. En base a eso empieza a trabajar personal de científica en busca de rastros. Debajo de esas cenizas había restos óseos que hay que determinar si son de origen humano o no. Al lado del brasero había tierra removida. Se procede a escarbar y se encuentra ahí un brazo izquierdo”.

Luego del descubrimiento de la extremidad humana, los pesquisas comenzaron a hacer tareas de rastrillaje en toda la isla en búsqueda de otras partes del cuerpo. «A partir de ahí se trabaja en una búsqueda por todo el resto de la isla y se encontró una pierna derecha, cerca de la costa, escondida en unos pastizales».

Según el informe preliminar de policía científica se habla de manchas hemáticas en dos direcciones, y además se encontró un machete con sangre, un resto óseo, un hacha, dos palas, cubrecamas y ropa de vestir con sangre. La búsqueda siguió en toda la isla y con la ayuda de unos canes entrenados «se encontraron la cabeza, el tronco y parte de la cadera, que será materia de autopsia para ver si se puede determinar algo más sobre si las lesiones fueron en vida o post morten.

La causa fue caratulada hasta el momento como Homicidio calificado por el uso de arma de fuego y portación de arma de fuego de uso civil sin la debida autorización.

Por lo que se pudo averiguar, la víctima y su presunto asesino se conocían desde la infancia y vivían casa de por medio. Aparentemente tuvieron una buena relación hasta hace poco más de un año, momento que tuvo lugar una pelea. En ese momento Avalos le pegó con una botella en la cabeza a Carrasco para inmediatamente ingresar al domicilio, buscar un machete y tratar de cortarlo, cosa que no logró pero si hiere a la mujer.

A raíz de esa discusión, se distanciaron y la relación se reanudó hace pocos meses. La mujer manifestó que estaba preocupada, dado que su marido no volvía y el imputado no estaba, pero ella tenía conocimiento de que sí había regresado de la isla y su marido no lo había hecho.