Según lo establecieron los datos del mercado y de la Secretaría de Energía, el valor del millón de BTU (una medida térmica de energía, que es utilizada para regular el comercio de gas) oscila entre 3,18 y 3,80 dólares. En estos momentos, un usuario argentino esta pagando hasta 7,50 dólares.

En respuesta, desde Energía aseguraron que ese valor irá descendiendo paulatinamente, y que el mismo se aplica sólo a una parte del gas que consume un usuario residencial, en tanto que el resto tiene valores similares al de exportación.

Con todo, el dato llama considerablemente la atención, más cuando se trata del mismo gas, el de Vaca Muerta. Es decir, el exceso de pago de los usuarios residenciales argentinos podría estar subsidiando las ventas al exterior que hacen las petroleras, incluso a precios por debajo del costo, pero que son útiles para ganar mercados nuevos.

Fue el gobierno de Cambiemos en el año 2016, quien impuso el valor de 7,5 dólares por millón de BTU. Esto produjo un nuevo esquema de precios del gas y tarifas hasta 1500% más altas que en 2015. En ese contexto, la exportación de gas ha avanzado con rapidez. Según las fuentes oficiales, ya hay 21 pedidos de autorización de exportación de gas a Chile, tres a Brasil y dos a Uruguay. Prácticamente todos han sido aprobados.

Este impulso también se ve reflejado en los números: el promedio diario de las exportaciones de gas a Chile en las dos primeras semanas de enero fueron de 7,2 millones de metros cúbicos. Para que se tenga una magnitud del volumen en juego, cabe consignar que el promedio de las importaciones de gas desde Bolivia, un tradicional vendedor del fluido para satisfacer la demanda argentina, ha sido en el mismo período de 6 millones de metros cúbicos diarios.

Desde un punto de vista económico, explican que con esta maniobra cuestionable, el gobierno busca convertir a dólares para abastecer la demanda del mercado de divisas y para intentar que le déficit sea menor.

Fuente: Página 12, 28 de enero de 2019