Los desocupados suman 1,55 millón y los subocupados 1,95 millón. En total, las personas con problemas de empleo suman 3,5 millones.

El termómetro del desempleo marcó 8,7 por ciento en el segundo trimestre del año. La cifra representa una reducción marginal frente al mismo período de 2016 cuando la desocupación se había disparado hasta el 9,3 por ciento. La mejora estadística no responde a una reactivación del universo laboral. Aunque el nivel de actividad muestra una mejora frente a la recesión del año pasado no se crearon más puestos de trabajo.

La proyección de los datos del Indec al total del país arroja que 1.555.000 personas estuvieron desocupadas. La subocupación, aquellas personas que tienen trabajo pero desearían hacerlo por más horas pasó de 11,2 a 11,0 por ciento que a nivel nacional equivale a 1.950.000 individuos.

La cifra publicada es la primera que permite una comparación interanual en el gobierno de Mauricio Macri ya que durante el primer trimestre de 2016 el Indec decidió no publicar los datos en el marco del apagón estadístico.

«Se destruyen empleos de calidad y remuneraciones por encima del promedio en el sector privado, concentrados en la actividad industrial, que son reemplazados por puestos precarios y con menores ingresos. Los datos muestran que 85 de cada 100 nuevos empleos privados corresponden a monotributistas, empleo municipal y provincial, trabajo en casas particulares y monotributistas sociales«. Es lo que muestran los registros del SIPA.