En estos días hubo una serie de especulaciones acerca de qué pasaría con los beneficiarios del Ingreso Familiar de Emergencia que impulsó el gobierno nacional durante la primer etapa de la pandemia para aquellos sectores que se encuentran en la informalidad laboral.

Daniel Arroyo, ministro de Desarrollo Social de la Nación, abordó el punto en declaraciones a medios provinciales. Destacó que «el Estado no se retira» e informó que seguirá asistiendo a los más necesitados y precisó que se pondrán en marcha «dos programas».

En el universo de 9 millones de personas que alcanzó el IFE «una parte ha logrado reinsertarse en el trabajo porque el rubro productivo estuvo funcionando, y una parte importante no», diferenció el ministro.

«Hay dos segmentos destacados entre ellos: los jóvenes y la gente que se quedó sin trabajo o que hacía changas y no ha recuperado los niveles anteriores y sobre esa base nosotros ponemos en marcha dos programas», explicó Arroyo.

En ese sentido comentó la implementación del programa Potenciar Inclusión Joven, para jóvenes de 18 a 29 años y, por otro lado, el plan Potenciar Trabajo, sobre el que Arroyo djo: «Ya lo venimos llevando adelante desde hace mucho tiempo, en el que las personas cobran la mitad del salario mínimo ($9.400) y tiene que contraprestar un trabajo».

Asimismo, el titular de la cartera resaltó que «en el Ministerio de Desarrollo Social se triplicó el presupuesto, eso marca la decisión del presidente Alberto Fernández de empezar por los últimos y también de la situación crítica que tiene la Argentina».

Posteriormente y en diálogo con Canal 7 de Mendoza, el ministro Arroyo aseguró que el eje de su gestión y la salida «está puesta en el trabajo».
Para los jóvenes de 18 a 29 años, dijo, «hay una beca de $8.500 de hasta 12 meses para poner en marcha proyectos culturales y productivos; y la extensión del Plan Potenciar Trabajo donde en Mendoza hay ya unos 11.000 personas que reciben la mitad del sueldo mínimo de $9.400 y tienen que contrarrestar y trabajar cuatro horas en la construcción, cuidar personas, rubro textil, producción de alimentos o el reciclado».

El funcionario, además, anunció el plan de «crear 300.000 puestos de empleo para el próximo febrero», o sea que «el que tiene un plan social tiene que trabajar en alguno de estos sectores».

Además, se planea un gran plan de trabajo con la urbanización de 400 barrios por año, y crear 800 jardines para que todos vayan al jardín con salas de 3, 4 y 5 años con el derecho al hábitat, a la educación y el derecho al trabajo con movimiento económico».

«Así imaginamos un esquema de recuperación del empleo», dijo y admitió que «en un contexto donde están aumentando los precios de los alimentos queremos reforzar el consumo de leche, carne, frutas y verduras y más transferencia de apoyo en comedores y 10.000 merenderos en todo el país».

«Apuntamos a fortalecer una red en una año donde mucha gente la pasó mal y se le desacomodó la vida», dijo Arroyo, quien adelantó que «el empleo post pandemia tiene dos ejes que son el muy tecnológico y el de mano de obra intensiva, asociado a la construcción y producción de alimentos, huertas o granjas».

Por último, el ministro de Desarrollo de la Nación reiteró que «hay quienes perdieron su trabajo durante la pandemia, sobre esa base vamos a acentuar», en declaraciones a Canal 5 Rosario desde Casa de Gobierno.
Arroyo recordó también que se duplicó el monto «de la tarjeta alimentaria, en Santa Fe ya llega a más de dos mil familias», precisó y adelantó que se está «evaluando un bono de fin de año para sectores que la han pasado muy mal durante este año, con una caída económica muy fuerte».

Por último, Arroyo se mostró esperanzado con los datos  oficiales, que apuntan que «durante los últimos días bajó la asistencia en comedores populares, algo que se traduce en crecimiento de changas y el sector de la construcción y textil».

Y concluyó: «Primero, se reconstruye la economía informal y, después, la formal; primero, aparecen las changas y, después, eso se consolida en la industria».