Argentina finalmente llegó a un acuerdo con sus acreedores. Fue anunciado hoy mediante la publicación de un comunicado conjunto que señaló las posibilidades que abre: «permitirá a los miembros de los tres grupos de acreedores apoyar la propuesta de reestructuración de deuda de Argentina y otorgarle a la República un alivio de deuda significativo».

El entendimiento se había adelantado en las jornadas previas y permitirá al país cerrar un capítulo en la reestrucutración de la deuda. Entre las razones que llevaron a los acreedores externos, principalmente los ligadas a la empresa Black Rock, a aceptar la propuesta argentina, estaría el interés de éstos en dar por concluida la etapa macrista, explicó Página 12, caracterizada por fuertes perjuicios para los negocios financieros realizados.

El acuerdo incluye una importante quita que significará para el Estado unos 30 mil millones de dólares menos, unos 11 mil millones más que en la propuesta original.

En el gobierno explican que esto permitirá comenzar a ordenar las cuentas del gobierno hacia un sendero de mayor previsibilidad. De la misma manera, destacan que el acuerdo se haya alcanzado sin el respaldo de los más poderosos grupos económicos de nuestro país.

El acuerdo también supone un éxito para la estrategia del ministro Martín Guzmán que logró imponer el criterio de «sustentabilidad» a la negociación de la deuda.