Ayer fue el primer día de «distanciamiento social», como se ha dado en llamar a las medidas para prevenir la circulación del Coronavirus Covid-19.

Los mayores están en sus casas, al igual que los estudiantes. Algunos trabajadores tienen licencia y otros hacen lo posible para resguardarse. Pero todos tienen una opinión.

Para saber cómo vive cada quien una situación de la que no tenemos registro en nuestras historias personales de vida, le pedimos a los lectores que nos cuenten la experiencia individual.

Uno de las primeras respuestas dio cuenta del cambio de hábitos: «Hola, si, nos pareció un día raro porque no estamos acostumbrados a esto».

Hubo los que se quejaron de situaciones puntuales como el caso de quien contestó a nuestra pregunta «Terrible!!! Con muchísimo miedo. Soy docente, no me dejan quedarme en mi casa teniendo a mi hijo que por razones obvias no va a la escuela«.

Como ya es obvio, hay algunos que lo tomaron con más calma: «Mi experiencia es buena en casa tranquila, haciendo los quehaceres, mirando noticias. Mucho silencio en la ciudad..🤷‍♀ es rarooo🥰», escribió otra lectora.

Algunes también vieron agudizado su poder de análisis: «Después de estar casi todo el día encerrades, nos vimos obligades a salir porque nos quedamos sin pañales 🤦🏽‍♀ y parece que la gente no terminó de entender el concepto de cuarentena general porque todo el mundo andaba como si nada en la calle».

Este lectore incluso proporcionó detalles: «las cajeras del supermercado (atestado de gente y sin respetar el metro de distancia) atendiendo con guantes, carteles en la panadería pidiendo que no se concentren más de cinco personas dentro del local, cuya empleada atiende con barbijo».

No pocos son los que viven estos días con un miedo que los asalta. Una lectora nos contó: «Hola hoy vi mucha incertidumbre, desconformismo por la manera que se están tomando las medidas de prevención, miedo, hasta diría pánico, desconocimiento. No sé, pero diría parece un barco a la deriva». No es para menos con la epidemia desinformativa en la que vivimos.

Otros lectores minimizan ese miedo. Una respuesta fue: «Trabajando. Pero como estoy sola, tranqui».

Otros narraron situaciones puntuales, como el de una mujer que pensó que su hijo tenía Coronavirus: «Anoche mi hijo de xx años presentó síntomas, llame más de 10 veces al 107 y no atendieron, llamé a la policía y en menos de 5 minutos estuvieron en la puerta de casa. Luego de una hora con el protocolo diagnosticaron a mi hijo y resultó negativo. Estamos en casa, salí sólo al súper y al banco y por lugares donde había mucho tránsito no circulaba y había si personas no respetando el alejamiento en la calle y negocios». Una respuesta intensa a nuestra pregunta.

Otra respuesta provino seguramente de alguien fanático de patear las calles de Chacabuco. A esos el alejamiento y quedarse en casa les cae mal. Tanto que los ha deprimido. Con pocas ganas une simplemente contestó: «Un embole».

Otro que tomó adecuadas recaudaciones contó: «Hola!! Tuve que ir al súper a comprar comida y alcohol en gel y me llevé una sorpresa. En los súper que fui NO ENCONTRÉ ALCOHOL EN GEL NI TOALLITAS DESINFECTANTES para manos 😭😭😭😭😭 tuve que comprar en la farmacia que están un poco más caro». Otra cara de la pandemia: el encarecimiento y los faltantes.

Muchos observaron que en la ciudad hubo una gran circulación de personas, y que los negocios abiertos brindaron buenas condiciones de seguridad: «Hola solo dos negocios hacían pasar de dos o una persona, los súper no».

Hay también los que toman de buen humor la situación, o al menos es el efecto de los primeros días: «En mi primer día lo estoy pasando bien, mejor dicho lo estamos pasando bien, vivimos, mi esposo, de 68 y 72 años, con una de mis hijas y dos nietos adolescentes (xx y xx años) ellos hacen las compras, nosotros tratamos de entreternos, mirando televisión, con la computadora; en mi caso leyendo, mirando películas de Netflix en la tablet 🤣🤣, NOS cuidamos y como somos matrimonio de riesgo, NOS cuidan!!!! Nuestros nietos están porqué suspendieron las clases en las Facultades!!! Muchas gracias!!!. Un gran abrazo para todos y cuidense!!!».

En otros brota solo el sentido de la responsabilidad, y el miedo está ausente: «Quedándonos en casa, cuidándonos uno mismo para bien», respondió una lectora.

Para otros esto también se presenta como una oportunidad: «Aproveché a dedicarme a los quehaceres de la casa. Limpieza profunda y desinfección total, y en el auto también 😃», nos contó un lector.

Con sentido comparativo una lectora narró las diferencias que vio con una vecina ciudad: «Hoy viajé a Junín. Más claramente a la Pequeña Familia donde noté alcohol en gel disponible para todos los que transitamos, como también en los asientos una distancia de 2 asientos entre cada persona… A diferencia de Chacabuco que veo mucha gente no solo en la calle sino en algún que otro negocio 🤷🏻‍♀».

Otra se mostró preocupada porque el aislamiento la aleja de un cariño necesario: «Es muy triste tener que alejarte de la familia, los nietos, pero es para cuidarlos y cuidarnos. Tenemos que tomar conciencia aunque cueste y ojala llegue ningún caso y cuidarnos entre todos».

Los mayores, ciertamente, lo viven con más paciencia y responsabilidad. «Soy una señora mayor, así que cumplo con todas las normas de higiene sin pánico. Con la televisión y la computadora me distraigo. Solo se necesita paciencia», contó una lectora.

De los supermercados otra respuesta indicó. «Sólo las largas colas en el super y banco no me parecieron adecuadas. Ya que las personas estaban todas alineadas sin distancia».

El Hospital, que restringió las visitas a los pacientes, también fue foco de críticas en una opinión: «Hola. Hay personas que estamos tomando las precauciones que corresponden sin volvernos paranoicos… Otras están con que esto es meramente comercial…. Hoy me tocó ir al hospital a ver a alguien y entré como si nada… Nadie preguntó a dónde iba… y un solo dosificador de alcohol he visto en el pasillo… Nadie utiliza barbijo, hablo del personal.. Tampoco sé si es necesario. Y en cuanto a la venta de alcohol no hay en ninguna farmacia, u otro negocio».

Y hubo más lectores que consideraron que no funcionó el distanciamiento: «En lo que respecta a la sociedad, concurrí a la farmacia y solo entraban de a tres personas. Con marcas en el piso hasta donde acercarse. Me pareció perfecto para el cuidado del vendedor y el ciudadano». «El resto de la ciudad no se enteró de la cuarentena. Los súper llenos, la gente paseando con niños en el centro, etc».

En sintonía otra lectora escribió: «Distanciamiento, mucha gente en supermercado, fuera mucha cola, igual que en bancos colas no había distancia entre personas. No veo haya gente se resguarde, poca gente lo hace».

Un lector apoyó también esta mirada: «Yo salí solamente a hacer las compras pero por lo que vi no se cumple para nada, típico de los argentinos. Espero que de a poco tomemos conciencia y cuidarnos un poco más, gracias padre….🙋‍♂».

La principal nostalgia viene de los enamorados de la vida: «Hola!! Extraño los saludos con un beso en la mejilla 🤭….». Esa forma de saludo ya parece casi un delito. Si se olvida y uno se inclina a saludar con un beso…. ¡Noooooo!

Ciertos trabajadores de lugares con mucha circulación destacaron que viven con desconcierto «porque en lo local nadie sale a decir nada😢los compañeros que trabajan en salud están desesperados los administrativos».

Tal vez la impresión del cumplimiento dependió del lugar de concurrencia: «Si…para mi fue buena. Fui por unas recetas a mi médico, las personas estaban esperando separadas una de otras y fui a la farmacia lo mismo, una cinta en el piso donde ponen distancia del cliente al personal me parece bárbaro que tomemos medidas en todo».

Los que fueron al banco contaron que «entraban sea a 5 personas, yo lo veo muy bien».

Hay los que también aprovechan para disfrutar con los niños: «Todo tranquilo, en casa con los nietos, disfrutándolos jaja, chocha esperando que todo pase pronto, por el bien de todos. Bendiciones y a cuidarse 🖐🖐».

Depende en qué posición y facilidades económicas tenga uno, para que el distanciamiento pueda convertirse en un problema o no. Para una lectora no fue un buen día: «Día complicado ir y venir para todos lados los nenes encerrados en casa, mi pareja en cuarentena porque es paciente de alto riesgo. Así que día agotador«.

Hay otros, a los que esta situación de encierro les calza perfecto. Porque como hay expertos en planificar salidas, también hay genios del encierro: «Me dediqué a cocinar estudiar compartir tiempo con mi pareja«.