Tras las declaraciones que realizó el presidente del Club Porteño sobre la necesidad de recular la venta de la rifa de Bomberos, La Posta consultó al presidente de los Bomberos Voluntarios de Chacabuco, Gustavo Díaz Palacio.
En boca de su presidente, el Club Porteño criticó que la rifa de bomberos deje a otras instituciones, como la suya, fuera del mercado. Pidió que se regule para que se «reparta» la impresión para que las posibilidades de venta sea para todos iguales. Díaz Palacios fue categórico: «Bomberos no es una institución igual a otras, presta un servicio que le delega el Estado y es para todos los vecinos de Chacabuco«.
Sobre los dichos de Pannunzio, Díaz Palacio comentó: «Primero un poco sorprendido, que el presidente de un Club como Porteño salga hacer este tipo de declaraciones. Después una cuestión básica, todas las instituciones son distintas y en el caso de Bomberos el objeto que tiene es muy distinto al que pueda tener un Club. Y esa distinción tiene que ser clara. A Bomberos se le delega un servicio público, distinto son los clubes que cumplen un fin social para el beneficio de sus socios. Ahí es la gran confusión que está teniendo el presidente de Porteño sobre la magnitud de la rifa de cada institución».
«Un club hace una rifa que va a tener un beneficio para cierta cantidad de gente, cuando el servicio que presta Bomberos es para el 100 por ciento de la comunidad«, explicó Díaz Palacio y sostuvo que por eso tiene la respuesta que tiene de parte de la comunidad «porque nadie sabe cuándo va a necesitar de los bomberos».
Asimismo opinó que estas confusiones se dan porque no existe un ámbito que incluya a todas las instituciones. «A principios de enero, en una nota que me hicieron en el diario local, dije que estaba faltando una mesa de diálogo institucional. Y me parece que si habría una mesa así entre las instituciones, entre quienes nos gobiernan y demás, este tipo de malos entendidos, este tipo de dicho que puede salir algún presidente de cualquier institución se volcaría en una mesa en un ámbito más cerrado y no tan público digamos».
«Se destina a cubrir los costos operativos»
Los fondos recaudados de la rifa, explicó, se destinan a cubrir los costos operativos que tiene el cuartel, por lo que el valor y la cantidad de números está relacionado a esos costos.
«No dependemos de ningún otro ingreso para los costos operativos, por eso con una rifa de tres mil, cuatro mil o cinco mil números no podemos vivir. Nosotros no hacemos una rifa grande porque tenemos fondos, porque pretendemos un objetivo inalcanzable. La hacemos porque nosotros tenemos un mínimo de números que va destinado a cubrir el costo operativo. Cuando alguien nos ha sugerido algo, mostrándole los números y los costos operativos entiende que no podemos hacer una rifa mas chica. Esto está relacionado con que nosotros damos un servicio público que nos delega el propio Estado«, dijo en diálogo con La Posta.
«Este año la situación está complicada para todos los que hacemos la rifa y para los que la compramos también. Me parece que la realidad hoy no es que Bomberos hace una rifa grande y esta dejando afuera de circulación a otras instituciones que son más chicas«, dijo Díaz Palacios y cuestionó al presidente de Porteño: «Si yo como presidente de una institución me planteo que hay un institución que me esta dejando afuera del mercado yo creo que me retiraría como presidente porque acá hay un claro agotamiento intelectual o hay una falta grande de creatividad. Cuando uno empieza a ver las instituciones de costado me parece que estamos fallando».
Regular la rifa
Sobre la posibilidad que el estado regule, como pidió Pannunzio al Municipio, la cantidad de números de la rifa de Bomberos, Díaz Palacio expresó: «Si el Estado a nosotros nos llega a regular el ingreso que tenemos con la rifa no podemos prestar el servicio, es proporcional. Distinto son la instituciones que pueden no cumplir con algún objetivo, no tienen costo operativo para cumplir».
Y detalló: «Ahí hay un circulo vicioso que sería, si el Estado nos controla a nosotros los recursos, nosotros no podemos funcionar, y el no poder funcionar no podemos prestar el mismo servicio que el Estado nos delega. Es la gran diferencia que podemos tener con cualquier otra institución. Incluso si un club dice yo este año no puedo construir una cancha de hockey, no hay problema la construiré otro año. Haré otra rifa y otro año lo recaudaré y construirían la cancha de hockey. En el caso nuestro no podemos prestar el servicio y si no cumplimos con determinados ingreso por mes y por año».
Partidas y subsidios
Sobre las partidas nacionales y provinciales que recibe Bomberos y que hace poco había llevado a los cuarteles a una situación crítica, consideró que «este año va a ser de dos millones de pesos, en el cual ya salió la resolución y todos los cuarteles de Chacabuco están en condiciones de cobrarlo para este año. Eso está exclusivamente destinado a equipamiento, se compran herramientas para trabajar. Nosotros con eso no podemos pagar el sueldo de los guardias con ese subsidio que recibimos. El sueldo de los guardias lo pagamos con la recaudación de la rifa. Estoy dando un ejemplo, el sueldo de guardia, de combustible, de la luz, etc, todo lo que lleva un costo operativo».
«Tenemos un costo fijo mensual de cerca de 500 mil pesos por mes e inevitablemente eso nos va a dar la cantidad de números que vamos a tener de rifa», sostuvo.
La venta de la rifa
«La rifa viene lenta todavía no tenemos el número final, porque todavía no cerramos el primer sorteo, pero viene lenta. En realidad lo que ha decaído un poco es la cantidad de rifas que hay por persona. Aquel que compraba tres rifas hoy esta comprando una, pero no hay un rechazo de la rifa, la gente que no la compra es porque no puede. Más que nada se vio en la cantidad de rifas por compradores. Vos antes ibas y en un taller se vendían 4 ó 5 rifas y ahora en ese taller se venden dos», explicó.
Objetivo de la rifa
«Este año estamos continuando un objetivo que es del año pasado es la construcción del primer piso de la institución donde están las aulas de la academia. Tenemos un primer piso que no estaba en uso diario. También estamos haciendo un gimnasio para los bomberos, pero es la continuidad de lo que es el objetivo del año anterior. Digamos no nos hemos propuesto ningún objetivo nuevo porque a como esta la situación del país no podemos importar ningún tipo de camiones, ni nada por el estilo. Ha cambiado la realidad de un año a otro y todos los objetivos son bien locales y dentro de las posibilidades», concluyó Díaz Palacio.