Ignacio Maujo sufrió una parálisis cerebral al nacer, producto de un ataque de apnea que le produjo falta de oxígeno. Los especialistas les dijeron a sus padres que no iba a poder moverse ni hablar. Ocho años después, contra los pronósticos, el niño de Bell Ville no solo evitó quedar postrado, ya logró caminar con bastón.
Diego y Analía, los padres de Nacho, destacaron el trabajo del equipo de profesionales que lo ayuda y el gran esfuerzo para superarse de su hijo, quien realiza entre tres y cuatro horas de rehabilitación por día.
Empezó usando andador, muletas y, desde hace poco, bastón. «Su caso fue llevado a congresos en Estados Unidos porque nunca se había visto una recuperación como la suya», expresó Analía, y Diego contó que «Su historia es un ejemplo para toda la comunidad, todos lo conocen. Los vecinos saben de su esfuerzo y lo valoran mucho».
Según los papás de Nacho, sus compañeros del colegio San José fueron fundamentales para su inclusión. «Él es muy buen alumno y sus amigos lo quieren mucho», afirmó su mamá. Y cuando alcanzó su último logro, caminar con bastón, se los mostró.
«Él estaba feliz y muy confiado. Los chicos vivieron ese momento también con mucho aliento hacia Nacho, respeto y amor, como siempre. Sus compañeritos son su familia y cuando lo vieron que estaba por lanzarse a caminar empezaron a cantar ‘que ande solo, que ande solo’ mientras lo aplaudían. Cuando dio unos pasos empezaron a gritar su nombre, felices de que su amigo lo estaba logrando», indicó Analía.
«La palabra no, para nosotros no existe. Es un aprendizaje día a día», dijo Diego y agregó, «Queremos que la palabra discapacidad no sea un tabú. La integración en el colegio San José de Bell Ville es espectacular. Nacho va desde jardín de cuatro, tiene completa integración de docentes y sus compañeros. El corazón de los chicos es impresionante, el problema lo tenemos los adultos».
«Nacho es un guerreo, nació así y jamás planteó por qué no camina», cerró.