Ayer al mediodía en la municipalidad de Chacabuco se vivió un inesperado episodio. Como es de público conocimiento, muchos vecinos concurren a solicitar ayuda a las puertas del despacho del intendente Aiola.

Este fue el caso de una vecina y empleada municipal, Silvina Sperani, quien concurrió a hablar con el intendente, en apariencia para formularle un pedido, pero la situación terminó en un violento episodio con el secretario de Evaluación de Gestión, Maximiliano Felice.

La novedad trascendió por un video publicado en Radio Líder, donde se ve cómo la mujer agredió al funcionario luego que mantienen una charla. Mientras hay una conversación, y el funcionario le daba explicaciones a la vecina, de pronto la mujer comenzó a agredirlo.

Consultado por La Posta, Felice dio su versión de los hechos. Según explicó el tema está terminado, pero que debió radicar la denuncia «porque me pidieron que la haga para evitar que me denunciaran, como cuestión administrativa municipal».

Según Felice, Sperani «estaba esperando que la atienda el intendente«, pero el intendente no estaba en su despacho, sino en la localidad de Castilla. «Me avisan de la privada que la atienda, porque Aiola y Orsini estaban en Castilla. Me acerco y me dice que quería hablar con Víctor. Entro a la privada sale una de las chicas de la privada y le dice que yo había dicho que Víctor estaba ahí. Entonces salgo y le digo ‘si querés te muestro el celular’. Se lo muestro, que Víctor me mandó un mensaje, y me dice ‘me voy a quedar acá, quiero hablar con él'».

Felice, dijo que le insistió: «Si es algo en lo que te puedo ayudar te atiendo, pero me tenés que esperar«. Como la mujer se negaba, Felice explicó que le dijo «‘sino quedate ahí sentada’, que es el gesto que se ve que hago con las manos», en alusión a la filmación.

Ante esto, explicó Felice, Sperani le reprochó «‘En dos años no me solucionaste nada’, cuando en realidad es la primera vez que la atiendo. Y me empezó a agredir«.

Asimismo, Felice se hizo eco de las declaraciones de Sperani: «Ella dice que le quise sacar el teléfono, jamás. Y puede verse que en la primera vez que me pega me pega con el celular, y en la segunda se le cae el teléfono. Cuando me termina de pegar le levanté el teléfono y le dije ‘tomá, pará, charlemos’. Y me volvió a pegar«.

Acerca de qué habría motivado esta reacción de parte de la vecina, Felice dijo: «Estábamos hablando bien, así que no entiendo qué fue lo que pasó«. Y agregó: «Gracias a Dios fue solo eso».