En el día de ayer se produjeron varias novedades en el marco de la investigación por el asesinato de Fernando Báez Sosa por el que estaban detenidos 11 jóvenes jugadores de rugby oriundos de Zárate.
Primero se cambió la carátula de la causa de «muerte en situación de riña» a «homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas», figura bajo la que quedaron acusados dos jóvenes como coautores, Thomsen (20) y Pertossi (19).
De los otros detenidos, 8 fueron considerados partícipes necesarios, por lo tanto con amplias responsabilidades, y uno de los detenidos, Pablo Ventura, fue liberado luego que se comprobara que no estuvo en el lugar de los hechos.
Ventura había sido detenido en Zárate, a más de 400 kilómetros de Villa Gesell, porque supuestamente se había fugado la misma noche con ayuda de su padre.
Tras ser liberado ayer, su padre dio una versión de lo sucedido: «Cada vez que hacían algo incriminaban a Pablo. Creo que no sabían que se había muerto un joven. Por eso dijeron ‘Pablo Ventura‘, como una broma».
Algunos medios consideraron el relato del padre de Pablo Ventura como el reconocimiento que su hijo sufría bulliyng de parte del resto de los jóvenes.
Entre otras novedades de la causa se conoció además que la rueda de reconocimiento que se había solicitado fue suspendida a la espera de incorporar nuevos testigos, muchos de los cuales prestaron testimonios ante los medios de comunicación donde dijeron no haber sido llamados por la justicia.
En la rueda de reconocimiento que se hará en las próximas horas será clave la participación de una amplia cantidad de testigos que estuvieron fuera de la discoteca Le Brique cuando se produjo la golpiza con la que le quitaron la vida al joven Fernando.
Con ese mecanismo se buscará establecer quiénes participaron y quiénes no, mientras se esperan los resultados de los peritajes sobre el cuerpo del joven asesinado.