Se cumplió un mes del fallecimiento de Fernando Báez Sosa en una pelea donde lo asesinó un grupo de jugadores de rugby, en la salida de un boliche de la ciudad preferida por los jóvenes para vacacionar con amigos, Villa Gesell.
Desde entonces el caso ha mantenido la trascendencia pública a fuerza de un gran número de videos, mensajes de textos, capturas, declaraciones de testigos que aparecieron en los medios de comunicación mostrando detalles inquietantes de la causa.
En cuanto a la causa judicial, luego de ser liberados dos de ellos por falta de mérito, el juez procesó a un grupo de ocho personas. A cuatro como coautores del delito de homicidio agravado y a los otros cuatro como partícipes necesarios de un crimen caracterizado por la alevosía con que se comportaron.
En las últimas horas se produjeron novedades por el lado de la querella que conduce el mediático abogado Fernando Burlando, quién está trabajando adhonorem en el caso para la familia Báez Sosa.
Según indicaron pedirán que se vuelva a pedir la prisión para los dos liberados y también aseguraron que reconocieron a un integrante más del grupo, el miembro número 11, «Pipo», que sería alguien que pertenece al grupo de amistades pero que originalmente no se lo tuvo en cuenta.
En la tarde de hoy, la familia de Fernando marchará y reclamará justicia. El pedido también tendrá eco en otras ciudades donde el caso conmocionó a las clases sociales acomodadas por la violencia con que un grupo de jóvenes de clase media alta golpearon hasta la muerte a otro joven.
El horario de la marcha será a las 18 horas y el punto central de convergencia es en la Capital Federal, en la plaza de los dos congresos.