El intendente de Chacabuco, Víctor Aiola, anunció un sistema de etapas propio desde el próximo martes 13 y se contrapuso a las regulaciones que sostiene la provincia con su sistema de fases. A la vez dijo trabajar con la provincia y la nación «codo a codo».

Las llamó un «traje a medida» y aseguró que le manifestó al gobernador Axel Kicillof que el sistema de fases vigente «está agotado». Explicó que abandonará ese esquema de prevención de la provincia, que evalúa de acuerdo a la cantidad de casos positivos y los que no tienen nexo epidemiológico, y en su reemplazo propuso un sistema de «intermitencia» de «etapas» en función de la ocupación de camas con un corte cuando llegue al 25%.

Las palabras del intendente fueron: «Yo se lo he planteado al gobernador que con mucha amabilidad me escuchó, me dio la palabra, le plantée que el sistema de fases estaba agotado y que nosotros lo que tenemos hoy que mirar son los aumentos de casos pero fundamentalmente el porcentaje de ocupación de terapia intensiva y de los respiradores, de la tercer ala y de internación general».

Aclaró que esto se mantendrá «siempre y cuando no colapse el sistema», en cuyo caso se dejará de aplicar. El argumento fue que debe considerarse la salud de una manera integral y que como la vacuna no estará hasta octubre de 2021 hay que acostumbrarse a «convivir con el virus».

Sobre el aumento de casos que podría hacer regresar a Chacabuco a fase 3 dijo: «Hoy yo retroceder de fase no lo creo necesario. No solamente yo, sino el Comité de Salud y el área de Salud a los cuales nosotros seguimos apoyándonos firmemente en salud porque para nosotros es fundamental el cuidado de la salud y que no se desborde nuestro sistema».

Según la provincia de Buenos Aires, la enfermedad está impactando ahora en el interior de la provincia, por eso Chacabuco pasó en los días previos la peor semana desde que comenzó la pandemia. La medida entonces sorprendió a la ciudad, que hasta hasta ahora alcanzaban al 95%. Ahora se agregó una nueva lista de ellas reguladas con protocolos que entrarían en vigor el martes.

En todos los casos el intendente se refirió a que la responsabilidad de no contagiarse quedaría por cuenta de los privados, ya sean las personas o los titulares de las actividades. Sin aclarar cómo participará el Estado en el control, apeló a la responsabilidad individual y pidió a los medios participar en esta concientización.

Sobre la posibilidad del regreso a las aulas, que también exige la participación del Estado municipal, el intendente se opuso a que se produzca en este momento: «Sí el regreso, pero no este año» dijo y solicitó que se postergue al año próximo.

Si bien pidió acostumbrarse al virus, el intendente debió reconocer que ha alterado todas las prioridades del Estado al explicar porqué no participa de las reuniones paritarias con los trabajadores que piden un aumento. Dedica sus esfuerzos a atender la pandemia dijo, y señaló que sus funcionarios están avalados para conducir el problema.

El relajamiento de medidas se produjo también en Junín donde los horarios comerciales y de circulación se van a extender. Como en Chacabuco, en esa ciudad también registraron esta semana aumentos de casos otra vez.

Otro punto en el que Aiola estuvo de acuerdo con otros intendentes de Juntos Por el Cambio fue con la realización de marchas como la convocada desde su partido para el día de hoy, en contra de las medidas de aislamiento.

En cambio, mantendrá los controles en los accesos a la ciudad, diferenciándose de los intendentes de la zona que decidieron levantar las restricciones. En ese plano regional Aiola informó además que no participó en una reunión de municipios de la zona porque no consideró la necesidad de discutir medidas en ese nivel.

Durante la conferencia el intendente recibió la consulta sobre las palabras de su par de General Viamonte, Franco Flexas, que habría asegurado que se venía una rebeldía si continuaba el sistema de fases. Aiola contestó explicando que el sistema de etapas es diferente a las fases: «hay que flexibilizar para poder controlar las diferentes actividades».

Sobre la idea de intermitencia que guiará a las etapas, sostuvo: «creemos que entre una etapa y otra si no aumenta más de un 25% entre una semana epidemiológica y la otra podemos seguir manteniendo la etapa, si supera más de un 25% tendríamos que, dado la intermitencia para volver de etapa, pero sabemos que si después baja, a la semana podemos volver».