En la conferencia de ayer hubo lugar también para hablar de candidaturas y de los procesos internos del justicialismo local.

El abordaje de la situación interna del Justicialismo vino a partir de la particular pregunta de un periodista, quien señaló que la causa Albornoz estaría relacionada a implosionar la interna del peronismo, y que el patrocinio de Albornoz puede ser parte de la interna del peronismo, es decir, que los honorarios del abogado de Albornoz que estarían siendo abonados por alguien que buscaría erosionar la figura de Darío Golía. La pregunta culminó sobre si habrá autocrítica. A lo que Domínguez dijo «nosotros somos un proyecto generacional que surgió juntos, con las particularidades de cada uno de nosotros. Con los resultados ahí está la autocrítica, y es que tenemos que ser una oposición constructiva». A lo que el periodista refrendó que no ha habido un documento que siente una postura de autocrítica del Partido Justicialista, a lo que Domínguez contestó que «la autocrítica la piden los que no son peronistas. Los peronistas que vienen acá, que discuten y que nos dicen barbaridades hacen autocrítica, pero lastimarnos más… Para un dirigente no hay mayor dolor que perder la elección en su propia comunidad, y hemos perdido. ¿Más autocrítica que eso?»

Para Domínguez en el futuro el justicialismo tiene que seguir trabajando: «Tenemos que estudiar y planificar, cómo realizamos los sueños que tenemos presentes, cómo hacemos las obras que Chacabuco necesita, cómo hacemos para que el modelo educativo se ajuste a lo que esperamos para Chacabuco».

«Estamos en la búsqueda del mejor dirigente que nos represente de cara a 2019»,  así señaló Domínguez, cuando fuera preguntado acerca de si hay nuevos candidatos dentro del partido y agregó que ellos ya hace más de 20 años que están, por lo que «están trabajando para que surjan nuevos dirigentes y ojalá haya nuevos dirigentes», pero cuando le preguntaron si eso significaba que ninguno de los tres volvería a ser candidato dijo que él se «auto excluye», pero que de ninguna manera significa que nadie (por Golía y Barrientos) queda descartado.