(Foto: Facu Suárez)

Hace poco vio la luz un nuevo álbum de Lisandro Aristimuño, Criptograma, su séptimo de estudio, editado por Viento Azul su propio sello discográfico y autogestionado.

El álbum, como señala una crítica en la red, tiene la marca de la digitalidad y entre las 10 canciones que componen el disco hay una especial, que es el tema de esta nota. Se llama ‘Comen’, la grabó junto a Wos y es mi excusa para este artículo.

‘Comen’ reúne dos artistas con toda la palabra, y es una buena expresión metafórica de esta época pandémica. Y no se trata de la letra (que le pertenece a Aristimuño) sino de lo que nuestros oídos escuchan cuando ponemos el track al palo.

Alguien dice que ‘todos quieren tocar con Wos’. Mollo, Ciro, Lebon, Aristimuño, Heredia… Tal vez, pero no se trata de cuestiones discográficas, ni de un puente al público de los más jóvenes, sino en todo caso del reconocimiento de Wos como un artista legítimo, la voz de una generación.

Wos se hace cargo de su mensaje y deja claro que si está, si participa, si cae al banquete es porque tiene algo para decir, y si tiene algo para decir no lo va a callar. Así nació, y ya está dicho en «Púrpura»: el mensaje siempre es la crítica.

Na no soy moralista eso no es parte del artista
Descargo en la pista mi punto de vista
Hago que se desvista se me despista
Me pide pista, hasta la vi-vi-vi-vista
(Púrpura)

El camino de la transgresión y la frontalidad le dio a Wos la fama, lo que no es obvio, pero esperable. En cambio, no es obvio ni esperable que algunos artistas quieran conseguir la fama siguiendo el camino ya abierto y mostrándose como niños indefensos, dóciles a la voz de los adultos.

Eso explica también porqué muchos adultos no quieren ni sentir hablar del Wos. Pero… cada vez hay que defender menos al Wos de los que se aferran al arte muerto, quieto, clavado a coordenadas, nacido de realidades y problemas que ya no existen.

En Wos, digamos, toman vida por fin los problemas de una amplia generación cansada de las recetas recontra fracasadas. Si un músico y compositor encuentra la forma de hacer de esos problemas un arte masivo y popular es, no hay dudas, un artista en todos los sentidos.

Wos, como lo hicieron todos los grandes, desafía a las generaciones que nos dicen cómo hay que ser y cómo es el mundo. Yo al menos veo en muchos las mismas caras de escándalo que García le producía a mi madre cuando exhibía las uñas pintadas en la TV.

Pero además, Wos se reinventa sin buscarlo (otro superpoder) y no solo nos dio Tres Puntos Suspensivos (su último trabajo) sino que ahora nos tira este perfil que exhibe en ‘Comen’ colaborando con Aristimuño.

Si quedara alguna duda hay que escuchar su colaboración junto a Lebon para los premios Gardel en la canción ‘Ana no duerme’, un clásico del rock que apenas Wos le pone unas palabras pega un salto de 40 años para adelante.

El fragmento de un poema de Mariano Blatt, me parece muy apropiado para cerrar esta nota poéticamente:

«Hay que escuchar música de ahora porque la música está hecha para resolver problemas. Así, la música de ahora resuelve los problemas de ahora. De modo que quien no escuche música de ahora, quedará con muchos problemas sin resolver».

Por David Chiecchio