Los pronósticos meteorológicos indican que, durante los próximos tres meses, el campo recibirá lluvias por debajo de lo normal y la preocupación aumenta para el maíz y la soja, los cuales, de no recibir la suficiente cantidad de agua van camino a tener menos rinde por hectárea.
Este panorama sucede a la inundación que azotó nuestra región durante 2017 y que ocasionó que cientos de productores no pudieran levantar la cosecha y sembrar para el próximo período. En Junín, con 68 mm de agua acumulados, hay un 38% menos de precipitaciones respecto del promedio histórico para este mes, con 107,8 milímetros.
Alejandro Barbieri, productor agropecuario y ex presidente de la Sociedad Rural de Junín, manifestó que “luego de mucha agua, ahora estamos con escasez, en plena etapa de floración del maíz y de la siembra de la soja de segunda. Hay sectores
del partido que están muy complicados porque no se está pudiendo sembrar por la falta de agua. Es compleja la situación porque la siembra gruesa está en su plena evolución. En el partido de Junín, algunas partes están mejor que otras, hay atraso en la siembra pero aún estamos en fecha. Hay que tener en cuenta que, cada día que pasa se traduce en menos rinde, en menos kilos en el futuro”.
«Generalmente, esta falta de lluvias no suele suceder en esta época, hace cerca de dos meses que no llueve, y eso ha complicado la situación del suelo para la siembra. Si bien hasta agosto todo el partido tuvo 90.000 hectáreas bajo agua, al momento de sembrar se necesitan las lluvias, al igual que para el desarrollo del cultivo. El agua ha bajado mucho y ha quedado un estrés hídrico, sobre todo en la zona sur del partido, que es la más complicada», expresó Barbieri.
Barbieri puntualizó que «es una época muy complicada porque lo que llueve, con el calor, se evapora y se pierde. Hasta el 15 de enero podríamos decir que hay tiempo, pero la soja será de poco rinde. Hay productores que tienen compromisos de alquileres y tendrán que sembrar igual, aunque el rinde sea poco».