Ayer por la tarde, el Tango se vistió de luto.
A los 83 años, pereció uno de los más celebres y reconocidos bandoneonistas de nuestro país, el magistral Ernesto Baffa, luego de una internación que se fue agudizando tras una caída que le impidió operarse.
Rosarino pero hincha fanático de Independiente de Avellaneda. Hijo de un albañil italiano y discípulo de Marcos Madrigal.
Debutó con Héctor Stamponi en 1948 y en 1953 ingresó en la de Horacio Salgán sustituyendo como primer bandoneón a Leopoldo Federico, que en ese momento comenzaba a enlistarse en el octeto de Piazzolla.
Su excelente sonido y su dominio del instrumento quedaron expresados cabalmente en muchos de los solos que realizó con dicha agrupación: “Responso”, “Entre tango y tango” y la milonga “Homenaje”.
También fue artífice de otros grandes hitos, como «Ritual», «Chumbicha», «Boulevard» y «BB».
A partir de 1959, entró en la orquesta de «pichuco» Troilo, donde permaneció hasta el año 1974.
A continuación, el maestro interpretando una de sus maravillosas obras: