En las 24 horas que transcurrieron desde que se conoció el femicidio de Úrsula Bahillo a manos de su expareja Matías Martínez en Rojas, el primer panorama se ha confirmado: el ahora asesino tenía otras denuncias y antecedentes por violencia contra mujeres y hay serias dudas sobre la actuación del Estado.
Además de pesarle una denuncia por violación contra una menor de edad con discapacidad, Martínez había sido denunciado por una expareja, también de Rojas, Belén Miranda. Esta mujer detalló en los medios de comunicación el calvario vivido como así también que mantuvo contacto con Úrsula y la instó a radicar la denuncia. La decimoctava denuncia. 18 denuncias por violencia de género. A diferentes víctimas. En más de 4 años.
Los mensajes que Úrsula volcó por Twitter dando cuenta de su soledad como víctima fue en parte lo que también narró Miranda. Sobre lo vivido como pareja de Martínez, Belén dijo «me quiso matar con su arma de trabajo, a mí y a mis hijos«.
En la misma sintonía contó a TN que estuvo un año de relación con Martínez, en 2017, y que luego duró 3 años la lucha para que se haga justicia. El largo periodo transcurrido y el pedido de ayuda de Úrsula la convencen que se podría haber evitado el femicidio.
Sobre la razón fundamental de la impunidad con la que obró Martínez explicó que «La denuncia la cubrió su tío que es jefe de seguridad de la comisaría», sería la misma persona que según la fiscalía recibió el aviso del femicida una vez cometido el asesinato. «Lo cubrieron, por todos fue cubierto él», insitió.
Pese a haber insitido una y otra vez, Belén dijo «nadie me escuchó«. Y detalló otra información que grafica un perfil psicológico patológico que nadie desmiente: «él le pegaba a su mamá, a su hermana y se acostaba con su abuela«. Repreguntada si se refería a tener relaciones contestó: «tenía relaciones sexuales con su abuela» y agregó que no se trataba de una violación, «era consentida porque lo cubría».
Por último, en la entrevista Belén dio fe de la existencia de un abuso sexual en otra ciudad, que ella conoció al tomar contacto con la madre de la víctima: «violó una nena discapacitada, en el 2019«, y así y todo, sostuvo, «seguía en libertad y lo seguían cubriendo».
Martínez tenía carpeta psiquiátrica en su trabajo como oficial de la bonaerense y por ello no cumplía servicio, sin embargo, no estaba apartado de la fuerza policial.
Al mediodía de este martes también hablaron con la prensa los padres de la víctima afuera de la fiscalía. Uno de ellos dio cuenta también de una idea de encubrimiento.
Luego del crimen, revelaron los medios nacionales, el femicida le informó a su tío que había cometido un error, quien concurrió con agentes policiales presumiendo lo que podría haber ocurrido. Según indicó el parte de la fiscalía general, hubo varias puñaladas, siendo vitales las que Martínez le proporcionó a la altura del cuello. El miércoles a las 7 horas comenzará la autopsia.
Falla institucional
La misma noche del crimen Patricia, madre de Úrsula, declaró a las puertas de la comisaría, en medio de la multitud, que el juzgado de Paz tanto como la Comisaría de la Mujer y la fiscalía no habrían actuado a tiempo. Asimismo reconoció que la propia familia tomó conocimiento de manera tardía de lo que estaba aconteciendo. «Nos enteramos por un matrimonio amigo» al que Úrsula le contó lo que sucedía antes que a sus padres.
La madre relató a los medios con amplios detalles de qué forma evadieron sus responsabilidades el juez de Paz y la Comisaría de la Mujer. El primero al decirle que no había peligro, en el segundo caso negándose a tomar una denuncia el fin de semana por ser día no laborable. Esos días previos fueron de intenso miedo y paranoia.
Sobre los últimos momentos contó que le escribió que iría a cenar. El paso del tiempo le despertó la sospecha por lo que llamó 21:45 a la Comisaría de la Mujer donde le contestaron con evasivas. Inquieta, fue en moto a la Comisaría de la Mujer y de allí la acompañaron a la Comisaría donde vio un gran movimiento policial. Llegaron dos psicólogas y todo fue claro desde ese momento sobre qué había pasado.
Recién un tiempo más tarde cuando llegó una médica de confianza le informaron lo sucedido. La dilación en contarle la verdad hasta que llegara la médica despertó la queja de la profesional, contó Patricia.
24 horas en Rojas
Durante el día que siguió, el martes, los vecinos que se congregaron en la marcha convocada a las 17 horas en Rojas (las hubo también en otras ciudades) dieron cuenta que esas fallas eran comunes y conocidas. Ante la consulta de los medios se repetían frases como «no te toman la denuncia«.
Mientras duraba la marcha, la familia de la víctima recibía al ministro Sergio Berni, quien en la misma jornada había exculpado a los policías de lo sucedido, al aire por Radio Mitre. En el encuentro con los padres, Berni fue más cauteloso y omitió ser vehemente como había hecho más temprano.
En la marcha se movilizó una gran cantidad de vecinos de Rojas que aguardaban sin suerte que las autoridades municipales dieran una respuesta política ante lo sucedido.
La única voz fue la del intendente Claudio Rossi que emitió un tímido mensaje grabado a través de las redes sociales de la Municipalidad y dictó 3 días de duelo. Ni el juez, ni las autoridades de seguridad osaron hablar. La Comisaría de la Mujer directamente estuvo cerrada todo el día.
Pero en la ciudad seguían los reclamos «no queremos más a estos policías» decían los vecinos ante el único medio que transmitía entrada la noche, Crónica TV. «Acá pasa de todo y nadie dice nada» le señalaron también a la vez que acusaban una y otra vez a los policías que conforman la Comisaría local de encubrir a esta persona.
Ahora, en el transcurso del miércoles la familia comenzará a velar a Úrsula una vez que la justicia entregue el cuerpo finalizadas las pericias.

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