El año 1984 comenzó con los primeros días de Raúl Alfonsín al frente del Gobierno Nacional. En la provincia, quien resultó ganador de la Gobernación fue Alejandro Armendariz, también de la Unión Cívica Radical, al igual que el intendente electo de Chacabuco, Osvaldo Rodrigo.

La crisis económica tras el plan económico neoliberal de la dictadura cívico-militar hizo que al tomar el mando, los gobiernos democráticos tuvieran serios problemas a la hora de sostener la cosa pública.

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Por aquel entonces, en Chacabuco ocurrió un hecho que tuvo relevancia nacional y hasta internacional. El gobernador Armendariz decidió no enviar partidas presupuestarias a los Municipios y Rodrigo anunció que cerraría el Palacio Municipal por falta de fondos.

La Posta dialogó con el profesor de Historia de nuestra ciudad, Antonio Vita, quien recuerda y cuenta cómo fueron los hechos ocurridos en aquella primavera democrática.

«Cuando Osvaldo Rodrigo asumió en 1983, el Municipio y el país en general estaba sumido en una crisis económica producto de la dictadura militar, y su plan económico. Todo ese descalabro repercutió en las finanzas nacionales, provinciales y municipales. El radicalismo ganó sobre un peronismo que venía muy dividido por los conflictos internos de los años ’70. Osvaldo toma el Municipio, y durante el primer año él, el gabinete y concejales no cobraron sueldo», explicó Vita, dueño de una prodigiosa memoria.

«Parte de la crisis económica también fue porque no se recibía más la partida presupuestaria por parte de la Provincia, cuyo gobernador era el Dr. Alejandro Armendariz, también radical. Dejaron de venir esas partidas, entonces Rodrigo anunció que hasta septiembre del 1984 tenía dinero para pagar a los empleados y mantener el Municipio. Dijo que más no podía, pese al ahorro que hizo. Entonces dijo que después de septiembre iba a cerrar el Municipio, porque no podía pagar sueldos», contó el profesor de Historia.

Raúl Alfonsín en su visita a San Pedro. Armendáriz de anteojos mira la cámara. Foto: sanpedroeneltiempo.blogspot.com

El hecho, como era de esperar, tuvo repercusión a nivel nacional, pero también en el mundo, por una curiosa casualidad. «Eso tuvo un impacto nacional por supuesto, pero también internacional. Más que nada, lo internacional, se dio porque justo Daniel Passarella estaba jugando en Italia, en la Fiorentina. En los diarios de Italia salió que en la ciudad de Passarella, el Municipio había cerrado sus puertas por un déficit económico».

 «Un político de raza»

Antonio Vita también recordó a Rodrigo como «un hombre austero, preocupado por las cuestiones sociales, por las instituciones». «Fue un demócrata, un hombre íntegro, periodista, legislador. Un hombre con una capacidad, una humildad, honestidad, muy grande. Un político de raza. Un discípulo de Don Julio Etchegaray (gran dirigente de la vieja guardia en Chacabuco), ocupado por la cuestión pública sin ningún tipo de interés económico personal. Más que nada lo definiría así, fue un político de raza».

«Tuvo una valentía política de enfrentar al gobernador de su propio signo político, en defensa de la comunidad de Chacabuco. Hay que tener firmeza para eso. Luego la historia se conoce, Alfonsín fue devorado por la crisis económica que venía de la dictadura y por el contexto mundial, el inicio del neoliberalismo, que querían destruir con los estados de bienestar. Por más que haya tenido buenas intenciones, con medidas para paliar la crisis, era un contexto muy difícil», opinó por último el profesor de historia para describir el caótico proceso que llevó finalmente a concluir su mandato anticipadamente con un llamado a elecciones.