Juan Zacaríaz tenía 52 años. Dos grados en una noche más que fría, y Juan dormía en la calle. Ningún programa de asistencia del Estado lo vio. Nadie lo vio ni le ofreció un techo, hasta el lunes.

La mañana del lunes, Juan Zacaríaz fue encontrado muerto a cinco cuadras de la Casa Rosada. A tres, de la Legislatura Porteña. Rápido, cuando alguien vio su cuerpo sin vida, la Policía de la Ciudad lo tapó y montó una especie de carpa para no espantar a los ciudadanos. Recién ahí, Zacaríaz tuvo un techo.

El hombre vivía en situación de calle y no soportó el frío de la madrugada del 1 de julio, cuando aún sin salir el sol fue encontrado sin vida. Pero Zacaríaz no fue la única víctima: Juan Carr, titular de la Red Solidaria, dijo que también ocurrieron otras tres muertes en los últimos días.

Un hombre de 60 años en la puerta del Hospital de San Nicolás; otro de 30 en Jujuy; y un último caso de un hombre en un baño en desuso de una estación de servicio abandonada.

«Si ves una persona en situación de calle, en cualquier lugar, y la temperatura es baja, no tiene que estar ahí. Por una cuestión humanitaria básica hay que llamar a los teléfonos de emergencia, a la ambulancia, a la Policía. Es una situación de emergencia», pidió Carr.

«Nos comimos una muerte como comunidad. Al lado nuestro se nos fue alguien que no miramos lo suficiente«, continuó el creador de la Red.

Según el último informe de organizaciones sociales que trabajan con personas en situación de calle, entre las que se encuentran La Poderosa, los «sin techo» de la ciudad de Buenos Aires ya son más de 20 mil.

El crecimiento notorio de las personas durmiendo en la calle fue explicada por el jefe de gobierno macrista, Horacio Rodríguez Larreta: el alcalde indicó que «en realidad» hay un incremento de personas que «vienen a pasar el día en la Ciudad» y luego vuelven a la Provincia.

«En realidad tenés más gente que viene a pasar el día, que viene de la provincia a pedir en la calle y se vuelve. Gente durmiendo a la noche en la calle aumentó un poquito«, dijo Rodríguez Larreta.

Con el aumento de la gente en la calle, el indicio y la proyección pareciera que Zacaríaz, lamentablemente, no será el último que sufra esta suerte. Mientras tanto, el Estado, pone techos cuando ya no sirven para nada.