Tras conocerse el caso trágico de Moreno, en el que una directora y un auxiliar perdieron sus vidas, la comunidad educativa de Chacabuco comenzó a mirar con detalles las situaciones edilicias que podrían traer eventuales problemas.
En nuestra ciudad han sido varios los reclamos por temas de este tipo, pero ninguno tan alarmante en el último tiempo como lo sucedido durante el año pasado en la escuela 1 por un derrumbe de mampostería que obligó a cerrar uno de los patios internos y posteriormente lo sucedido con un principio de incendio en la caldera de escuela 4.
Ahora la escuela 1 vuelve a ser noticia por la gran preocupación que embarga a los padres debido a un episodio, que no se dio a conocimiento público, acaecido el 22 de junio, antes del receso escolar de invierno.
Mientras que ayer el Consejo Escolar comunicó mediante conferencia de prensa que en nuestra ciudad no había escuelas con problemas edilicios, a pocos pasos, en la escuela 1, se desarrollaba una reunión entre directivos, inspectores y madres o padres donde se daban explicaciones de lo sucedido.
El episodio sucedido fue aparentemente una fuga de gas, ya que mientras muchos aseguran haber sentido un fuerte olor (que describieron como mezcla de gas y nafta), las autoridades señalaron en la reunión que no debía haber dicho temor porque las calderas trabajan con aire caliente. No obstante, la comunidad educativa insistió con la existencia de un olor muy fuerte.
Dicho episodio se dio en horas de clase por lo que los niños debieron ser evacuados de urgencia al pasaje lindante con la municipalidad sin que el tema trascendiera por ningún medio, e incluso que no se les diera el correspondiente aviso a los padres.
A raíz del hecho se dio aviso al Consejo Escolar quienes intervinieron y convocaron para que haya supervisión de Camuzzi y de Defensa Civil.
El episodio no pasó a mayores, y contaron que a la llegada de estos servicios convocados por Consejo Escolar, el olor se había disipado.
De cualquier forma, informaron a este medio, la caldera no venía funcionando bien, por lo que también se convocó a los técnicos que provienen de otra ciudad. La reparación de la caldera se demoró una semana, tiempo que permaneció fuera de servicio, por lo tanto sin calefacción permanecen los niños dictando clases.
La Posta consultó a Patricia Colacilli sobre este punto quien corroboró la existencia de una reunión ayer en la escuela con parte de la comunidad educativa, y que excluyó a los docentes. Según contó fue una maestra quien «ante la alerta abrió la ventana y evacuó a los chicos del salón», lo que calificó como «una acertada decisión».
Colacilli señaló que el olor fue en un aula en particular de la planta alta: «no sabemos a que respondía el olor pero lo que yo insistía en que tengan tranquilidad es que por ese lugar no pasa ninguna cañería de gas«.
Sobre los motivos de la reunión, Colacilli contó que «se generó porque hubo papás que no se enteraron en su momento de lo que había pasado». A continuación señaló que «no hubo ningún otro episodio».
Pero sí contó que una semana posterior a esto la directora de la escuela escuchó un ruido extraño en la caldera por lo que decidió apagarla y solicitar a su reparación. Mientras tanto, insistimos, los niños permanecen dictando clases sin calefacción.
