Según se conoció, el Ministro de Energía de la Nación, Juan José Aranguren pidió que las boletas de gas próximas a llegar se emitan por el 50% de su valor. El 50% restante se sumaría a la próxima boleta a llegar después de las elecciones.
La medida generó polémica ya que, claramente está orientada a causar efectos electorales, de manera que en los días previos a las elecciones los usuarios no deban afrontar fuertes tarifas.
El costo de financiar esa operación lo absorbería el Estado nacional, ya que se deberán postergar pagos a transportistas y productoras de gas.
¿Cómo funcionaría? Si alguien hubiera consumido el equivalente a 4.000 pesos, en el bimestre previo a las elecciones se le facturarían sólo 2.000. De manera que, si para el siguiente bimestre debiera afrontar una factura de igual, de 4000 pesos, se le sumarían los 2.000 pendientes, computando un total de 6.000 pesos.
Como si fuera poco, en ese bimestre posterior a las elecciones se aplicaría un nuevo aumento que ya fuera anunciado por el gobierno, de modo que a los hipotéticos 6000 pesos habría que sumarle un porcentaje a cuenta del nuevo aumento en las tarifas.
Este aumento ya fue confirmado ayer por el Ministro en el Consejo de las Américas.