La ex-presidente Cristina Fernández de Kirchner calificó ayer en su indagatoria de «disparate» que la acusen de haber recibido millonarios sobornos durante los Gobiernos kirchneristas.

También reiteró que es víctima de una «maniobra persecutoria», todo en un escrito, ya había adelantado que no hablaría, presentado ante el juez que la investiga por asociación ilícita.

«Pareciera ser que además de desempeñarme como jefa del Poder Ejecutivo por el voto popular durante ocho años, habría tenido el tiempo suficiente para liderar todos los emprendimientos criminales de los que ahora se me acusa«, señala en el texto que entregó a Claudio Bonadio la actual senadora, que presentó un planteo de nulidad y recusó tanto al juez como al fiscal del caso.

Además pidió que se cite a prestar declaración al presidente de la nación Mauricio Macri. «Mauricio Macri, hijo de Franco, primo hermano de Ángelo Calcaterra, hermano del alma de Nicolás ‘Nicky’ Caputo» son «socios entre sí y de otros empresarios en materia de energía y obra pública» y «emblemáticos» integrantes de la «patria contratista» presente en la historia de las contrataciones estatales desde la dictadura militar, plantea su escrito.

En tanto un medio realizó una encuesta días atrás donde manifestaba que el 40% aproximadamente de la gente no creía que Cristina era la organizadora de la maniobra y atribuyen su pensamiento a una causa armada por el gobierno, ya sea por persecución política o para tapar otros temas.