Jujuy vuelve a ser el centro de la polémica, esta vez, por otra decisión de su Gobernador que pone en jaque los derechos humanos, más precisamente, los derechos del niño detallados en la ONU y otras organizaciones internacionales.

Unos 45 menores de edad de entre 10 y 17 años fueron autorizados por el macrista Gerardo Morales para trabajar en la industria del tabaco, pese a la ley que lo prohíbe.

Esto se dio a través de decretos provinciales firmados por el dirigente de Cambiemos que autoriza la labor de los jóvenes, que será mayormente en trabajos rurales, y con una fuerte presión de los patrones tabacaleros.

«Cinta en tabaco, encañar y desencañar, desflore de tabaco, peón general, carga y descarga de estufas, eso sí, los niños trabajarían con un modelo de ropa infantil», así describen las tareas asignadas.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el trabajo infantil se refiere a cualquier labor que es física, mental, social o moralmente perjudicial para el niño, que afecte su escolaridad y le impide jugar.

La Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes realizada entre 2016 y 2017 indican que en el país, un 10% de los niños tiene un trabajo, lo que está prohibido por ley. El porcentaje asciende al 13% en el Noroeste argentino (NOA) y en el Noreste argentino (NEA), y a un 20% en las zonas rurales.