En estos días aparecieron pintadas las paredes de la Iglesia Católica ubicada en el centro de la ciudad, con frases como «Dios es gay» o «La iglesia que ilumina es la que arde».

Desde ya hace tiempo que la brecha se agrandó entre los creyentes y las personas que están en contra de las doctrinas del catolicismo. La última cuestión social que terminó por dividir en dos bandos a la población, fue el debate por la ley del aborto.

A partir de ahí, cada vez fue más recurrente los enfrentamientos entre ambas posturas. Ahora el edificio de la parroquia fue vandalizado.

A pesar de que varios concurrentes ya estuvieron limpiando las pintadas, el dato más relevante es que aún no han podido dar con los autores del hecho.

Ni los policías que patrullan caminando la plaza San Martín, ni las cámaras de seguridad, pueden identificar a quienes atentaron contra el edilicio eclesiástico.