Finalmente, después de un sinfín de idas y vueltas, fallos y contrafallos, presiones mediáticas y judiciales, hoy comienzan las audiencias del juicio a la senadora y candidata a vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
La causa, conocida como «Vialidad» refiere a supuestas influencias para que durante su gestión, la ex presidenta derivara varias obras públicas a la empresa de Lázaro Báez. En total son trece los imputados, entre los que se encuentran ex funcionarios y empresarios: Cristina Fernández de Kirchner, Julio De Vido, José López, Nelson Periotti, Carlos Kirchner (primo del ex presidente), Lázaro Báez, Raúl Osvaldo Daruich, Mauricio Collareda, Héctor Garro, Juan Carlos Villafañe, Raúl Gilberto Pavesi, José Santibañez y Abel Fatala. Por otro lado, la previsión es que declaren alrededor de 160 testigos. Entre ellos, el candidato a presidente, Alberto Fernández.
La politización de la causa ha sido total. En primer lugar, el ex director de Vialidad Nacional, Javier Iguacel, tomó como primera medida en ese lugar auditar la obra pública de una sola provincia: Santa Cruz. El resto de las provincias y empresas parece no importarle al gobierno, que parece estar empeñado en montar un show judicial alrededor del juicio. El Gobierno, justamente, será parte querellante a través de la Oficina Anticorrupción de Laura Alonso contra Cristina Fernández. Alonso es la misma funcionaria que aseguró que no iba a investigar a los actuales funcionarios por las denuncias de corrupción, a pesar de que de eso se trata su trabajo.
El juicio, además, parece fuera de tiempo: la Corte Suprema de Justicia de la Nación no estableció aún su posición sobre algunos planteos pendientes. Por ejemplo, el de la defensa de Cristina, que reclama «medidas de prueba claves sobre las obras sospechadas». Las pericias sobre cinco de las obras sospechadas estarían recién en agosto, y se podría ordenar aún más investigaciones, con más tiempo. En caso de se determine que no hubo sobreprecios y que las obras fueron hechas en tiempo y forma, se podría dar por tierra con toda la acusación y hacer caer el proceso. Sin embargo, eso está claro, la resolución llegará después de las elecciones nacionales del mes de octubre.
![](https://lapostachacabuco.com/wp-content/uploads/2020/09/Publicidad-La-Posta.png)
Los grandes multimedios de comunicación también hacen su parte: cámaras montadas desde el hogar de Cristina Fernández hasta Comodoro Py, relatando el segundo a segundo de lo que pasa, inundando de información -y sobretodo, opinión y deseos- a la opinión pública. El show mediático y la mediatización judicial también es parte del círculo en el que está inmersa esta causa. El resultado y los testimonios ya no serán importantes, porque desde Comodoro Py le ofrecerán al Gobierno de Mauricio Macri lo único que buscaba: la foto de la ex presidenta sentada en el banquillo de los acusados. Los resultados judiciales, el curso de la causa, queda en un segundo plano: el show pasa por lo superficial, por la criminología mediática de que determinado personaje sea culpable para los medios aunque no haya, al menos hasta el momento, pruebas demostrables.
![](https://lapostachacabuco.com/wp-content/uploads/2020/03/Matias-sassoni-LP.jpg)
Entre tanto, parece haber quedado atrás las mentiras y los montajes sobre el caso: el reconocimiento de Leonardo Fariña de que su declaración fue guionada para la televisión, la acusación de haber otorgado a Santa Cruz el 11% del presupuesto de Vialidad en obras y rutas, cuando representa el 12% del territorio nacional, y los cálculos a precios actuales de obras de años anteriores con los que Laura Alonso acusa y denuncia a Cristina Fernández.
La expresidenta, antes del inicio del juicio, escribió un comunicado en donde habla de «un nuevo acto de persecución«. «Jamás tomé intervención alguna en los expedientes administrativos que se realizaron por cada una de estas obras. Entre la Presidencia de la Nación y las obras denunciadas existen doce instancias administrativas de carácter nacional y provincial», explica Cristina Fernández.
![](https://lapostachacabuco.com/wp-content/uploads/2020/06/walter-3.png)
«Claramente no se trata de hacer justicia. Sólo armar una nueva cortina de humo que pretende distraer a los argentinos y las argentinas -cada vez con menos éxito- de la dramática situación que vive nuestro país y nuestro pueblo», concluye la expresidenta.
Lo cierto es que Comodoro Py, en los últimos años, ha tomado una relevancia mediática y un descrédito como nunca antes se vio en la historia argentina. La falta de pruebas, el ensañamiento en varias otras causas, los ha puesto en el lugar casi de un partido político cuya matriz es el antikirchnerismo. Con el tiempo, se verá cómo avanza la causa, pero lo que no quedan dudas, es que estaremos inundados de este juicio, al menos, hasta finales de octubre.
![](https://lapostachacabuco.com/wp-content/uploads/2020/09/Publicidad-La-Posta.png)