En el transcurso de la tarde las autoridades de la Unión Cívica Radical y las del PRO de Chacabuco avanzaran con una reunión para cerrar el acuerdo que les permita defender la continuidad de la gestión de Víctor Aiola por un mandato más.
Allí se sentarán los presidentes de las respectivos partidos que conforman la alianza Cambiemos para avanzar en las definiciones de cara a las elecciones 2019, cuyo primer escenario, las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, serán el primer desafío para Cambiemos.
Se espera que allí se formalice entre las autoridades que Aiola sea el candidato finalmente, porque el intendente aún no se pronunció oficialmente. Asimismo, podría avanzarse en establecer algunos lugares de concejales, del quinto hacia abajo, ya que, según confirmaron a La Posta, los principales ya están definidos.
Mientras la oposición avanza con sus candidaturas locales y nacionales, con claras definiciones, el oficialismo aún permanece quieto, esperando que «decante» la candidatura de Alberto Fernández, y especulando que la campaña sea la más corta posible. Los números de adhesión a la figura presidencial caen abruptamente mes a mes, y arrastra a quien se acerque.
El primer lugar, confirmaron a La Posta lo ocuparía Laura Marchesse, secundada por Lisandro Herrera, que renueva el mandato. El tercer y cuarto lugar para el PRO que podría ubicar a quienes renuevan. Y luego es más indefinido.
El quinto, un lugar «entrable», mencionaron a la actual responsable del área de Derechos Humanos, Lara Molina Vidal.
El sexto es el cargo más disputado. Por un lado podría ser el que posibilite un acuerdo con la facción que encabeza Mariano Cámera. Pero también la juventud radical y la del PRO podrían conquistarlo.
Sobre el primer lugar, el cargo de Marchesse, ya había sido pedido por el propio intendente. La semana pasada, Ezequiel Courade, que esta tarde formará parte de la reunión, había dicho que el intendente quería elegir quién sería el primer concejal. Consultado por La Posta, el referente del PRO, Jorge Muela, indicó que era lo lógico y que el PRO no pondría reparos.