La situación que los trabajadores de Ingredion viven hoy por los «despidos» en la planta de Chacabuco parece ir cambiando momento a momento, sin embargo, la oposición decidida del gremio a la medida de la empresa y la repercusión que tuvo el acontecimiento en la ciudad hace dar una nueva vuelta de tuerca a la situación.
Luego de que se conociera el impedimento de la empresa a ingresar a 30 trabajadores a sus puestos, el gremio Soerm estableció un paro como medida de lucha.
Ayer, y por decisión del Intendente municipal, el acto central por el Día del Trabajador se realizó en las puertas de la empresa. Allí estuvieron presentes todas las fuerzas políticas acompañando el reclamo de los trabajadores, así como también otros gremios.
El acto tuvo como oradores a Javier Curaratti, del Soerm y Adalberto Abacca, del sindicato de Luz y Fuerza y referente de la Mesa Sindical de Chacabuco.
De bajo del escenario el Intendente Aiola y el diputado Daletto acompañaron el acto, pero no fueron las únicas presencias políticas. También lo hicieron Julián Domínguez junto al diputado Barrientos y el ex Intendente Golía, en representación del justicialismo.
Curaratti señaló que en el devenir del conflicto «se insistió hasta el hartazgo» en llegar a un acuerdo, y cargó contra la patronal a quien «no le importa nada». Resaltó el espíritu de lucha presente en el gremio y dijo que se continuará con las medidas «hasta las últimas consecuencias». Curaratti agregó que los despidos en Ingredion fueron posibles porque «hay políticas nacionales que los avalan», en una clara referencia a la ola de despidos y crisis que viven los trabajadores en la Argentina, y recordó que muchos de los presentes votaron por el cambio.
Abacca fue más enfático en su postura con respecto a las políticas de la actual administración y calificó la situación actual como un «engaño» ya que a su entender «hay dirigentes que mienten, mienten y mienten para lograr sus objetivos».