Luego de 4 años culminará la construcción de la obra de una nueva ala de internación para el Hospital. Estaba terminada casi en su totalidad pero ya no había fondos disponibles para la contratación y colocación de los equipos de climatización.

Por este motivo el intendente Víctor Aiola, a fines del año 2019, solicitó a la Fundación del Hospital colaboración para finalizarla.

Ayer la Municipalidad anunció que terminará en la próxima semana para que pueda ser utilzada en caso de necesidad por la pandemia del coronavirus.

Por otro lado, la provincia de Buenos Aires envió a cada distrito una ayuda extraordinaria económica para aplicar en la salud.

Axel Kicillof, mediante un decreto autorizó a girar a los municipios de la provincia dinero en concepto de Aportes No Reintegrables. En el caso de Chacabuco se recibieron $2.532.660, el desembolso más importante de la sección.

También para combatir el Coronavirus, el intendente municipal incluyó en el decreto de emergencia sanitaria la creación de una cuenta bancaria a nombre de la Fundación del Hospital para que se reciban donaciones de privados.

En la obra que pondrá a disposición 18 nuevas camas de internación tuvo un rol destacado para que sea posible, ya que no participó de la construcción, pero sí de la totalidad del equipamiento y ahora de su finalización que demandó cerca de 5 millones de pesos.

Larga historia de la tercera ala de internación

La obra de la tercera ala fue anunciada por el intendente, Víctor Aiola, como parte esencial de su primer mandato. Pero lejos de ser la característica de una ciudad modelo, quedará como una muestra más de la compleja relación del Estado con las empresas durante la era Macri.

Antes de comenzar la construcción, cuando se presupuestó la obra ya presentaba problemas. El por entonces concejal Hugo Moro cuestionó los precios considerando que eran muy elevados y que se ocultaba información. El intendente los justificó diciendo que el metro cuadrado de construcción de un ala hospitalaria es más caro.

La obra, que iba a inaugurarse en poco más de un año, finalmente tardó cuatro. Estuvo detenida en varias de sus etapas por los problemas que presentaban las grandes empresas ante una muy comprensiva municipalidad. Comprensión que en el caso de las Cooperativas que hicieron las aberturas, por ejemplo, estuvo ausente.

La última vez que se detuvo fue proque la empresa se declaró incompetente para terminar las tareas por problemas de aumento de costos y realizó una reducción de obra, nombre que se da al procedimiento legal para que la empresa se retire sin incumplir el contrato.

La Municipalidad comprendió la situación de la empresa en el contexto inflacionario y solicitó ayuda a la Fundación del Hospital Municipal del Carmen, que se encarga de reunir fondos de donaciones y rifas, para que se haga cargo de la culminación de la obra.

La Fundación del Hospital ya había pagado con dinero propio un valor muy grande en equipamientos para la tercer ala, mobiliario incluido, todo de primera calidad. Y aceptó hacerse cargo también de los equipos de frío calor.

Pero esto tampoco resolvió el problema, y desde el año pasado quedó detenida por la falta de fondos para alquilar el equipamiento de grúa necesario y otras terminaciones menores aunque varias.