El jefe de emergencias de San Luis, Darío Zabala, confirmó que hasta ahora son 12 mil las hectáreas afectadas por el fuego en la provincia.

El foco que se encuentra en la quebrada logró ser controlado y hoy trabajarán las dotaciones organizadas para el ataque directo en conjunto con un avión hidrante.

En la tarde de ayer se reportó un nuevo foco en la localidad de Juan Llerena, que también fue controlado, y sobre el que el brigadista sostuvo que “fue provocado por una quema no autorizada en un campo cuyo propietario ya fue identificado y deberá afrontar las penalidades del caso”.

Zavala aclaró que si bien los incendios forestales en la provincia “la han llevado a un estado de emergencia, no configuran una catástrofe y las fuerzas de seguridad de la provincia han podido controlarlo y sofocarlo resguardando bienes y personas”.

El jefe del Programa Biodiversidad, dependiente de la cartera medioambiental, Jorge Heider, precisó que, según las primeras estimaciones, “de la superficie quemada, más del 65% es pastizal de altura; un 23% de pastizal con arbustal, acompañados con ejemplares adultos aislados, y el resto son bosques nativos, entre el sur de la sierra y cercanías a la Villa de la Quebrada”.

 

En la zona de Los Molles y proximidades del Suyuque y Villa de la Quebrada “la velocidad del viento hizo que el fuego no fuera tan drástico para la vegetación, ya que pasó tan rápido que la combustión no llegó a ser completa, lo que le permite a la planta perder mucho tejido vivo, pero mantener el macollo verde para rebrotar rápido”.

El funcionario explicó que, al perderse la cobertura vegetal del suelo, las primeras lluvias impactarán fuertemente en esa zona, ya que no habrá vegetación que contenga el agua, lo que generará un arrastre que se traducirá, en algunos casos, en la formación de cárcavas, con sedimentos que irán a parar a ríos y arroyos.