En un acto desarrollado en la sede de las Madres de Plaza de Mayo, el intendente de Pehuajó, Pablo Zurro, recibió el Pañuelo Blanco que simboliza la lucha por los derechos humanos. Quien le hizo entrega fue la presidenta de esa Asociación, Hebe de Bonafini. De la actividad también participó el intendente de Ensenada, Mario Secco, quien se describió como un amigo de Zurro y militante de la causa por los derechos humanos. Secco recordó a modo de introducción que este reconocimiento lo recibieron Evo Morales, Cristina Fernández, Lula Da Silva, Rafael Correa y dirigentes políticos y gremiales.
El acto contó con una referencia expresa a la situación política del país en la actualidad. Por un aldo fue un respaldo político a Cristina Fernández, cuyo procesamiento en la causa conocida como «vialidad» avanza y podría ser declarada culpable en un juicio que no garantiza la imparcialidad. Al mismo tiempo hubo referencias indiscutibles hacia el temor existente en un sector del Frente de Todos frente a los grupos de poder.
En el comunicado de la Asociación Madres se explicó que el Pañuelo «se lo damos porque ha hecho cosas muy hermosas en Pehuajó, donde es intendente. Pero lo más importante es el ultimo proyecto que presentó, que es la dignidad para la gente que cobra planes, para darle trabajo, nos pareció un proyecto extraordinario», señalaron en referencia a la propuesta que Zurro hizo para convertir a los planes potenciar trabajo en una instancia intermedia que los acerque al trabajo registrado.
«Queridas hijas, queridos hijos, ustedes saben que este pañuelo es el abrazo de ustedes, el abrazo fuerte que aprieta nuestras cabezas», dijo Bonafini mirando los retratos de los desaparecidos durante la dictadura cívico militar que se apoderó del gobierno entre 1976 y 1983. Así comenzó la presentación de Zurro, de quien resaltó el trabajo realizado en Pehuajó, haciendo lo mismo también con el intendente de Ensenada, Mario Secco, y con el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi que ahora cumple funciones de ministro nacional.
Aprovechó la oportunidad para solidarizarse con Cristina Kirchner: «tenemos que ir armando una pueblada, no podemos permitir que Cristina sea condenada ni llevada presa». «Hoy es un momento increíble, elegimos a Zurro porque hizo una presentación que me pareció maravillosa, sé lo que ha hecho en su ciudad, pero esa presentación que hizo es brillante», dijo volviendo sobre la propuesta para reconvertir los programas sociales en trabajo.
«Nos hacen falta muchos hombres como Zurro y como Secco, y como Ferraresi porque cuando fueron intendentes de su lugar le ponen todo donde hay que ponerlo, que es en el pueblo», sostuvo Bonafini.
«Estamos muy orgullosas de darte el pañuelo, y no te digo para qué es el pañuelo porque vos ya sabés y por eso te lo damos porque el intendente que labura para su pueblo es parte de la reivindicación que tiene el pañuelo», finalizó.
Zurro a su turno agradeció el recibimiento y dijo que «el pañuelo es mío y no es mío». Hizo una enérgica defensa de la forma en que se expresa, en una forma muy particular y entregó un presente a Hebe de Bonafini. Fue un cuadro que recopila imágenes de diversas obras realizadas en Pehuajó alusivas a las políticas de memoria verdad y justicia. En Pehuajó, relató el intendente, no había sitio de los compañeros desparecidos para que alguien pueda ir a una plaza y ver que existían. Por eso «hicimos el sitio de la memoria y en el 2014 le pusimos a un barrio Madres y Abuelas de Plaza de Mayo».
«Están en el corazón de todos y están en Pehuajó», dijo Zurro. A continuación hizo referencia a su historia personal y dedicó el pañuelo al dirigente desaparecido Arturo Garín a quien Zurro refugió durante la dictadura y que e valió a él mismo ser un perseguido. Garín fue delegado gremial en la Propulsora Siderúrgica de Ensenada, activista montonero, secretario General de la Confederación General del Trabajo en la Resistencia (CGT-R) contra la dictadura militar y un jefe de importancia que le aseguró ser muy buscado por las patotas de la dictadura. Fue detenido el 9 de diciembre de 1976 en la estación Retiro, malherido de un culatazo, falleció torturado.
Zurro recordó su último encuentro con Garín en el que le sugirió que se vaya del país, Garín le contestó ¿y los que quedan? Entonces Zurro le dedicó el reconocimiento «porque me dejaste una historia de vida que nunca me voy a poder olvidar», y reivindicó la lucha de las Madres.
Sobre el contexto actual, Zurro dijo «a veces no sé qué hacer pero sí sé lo que no hay que hacer». Y así dio un fuerte respaldo a la actual vicepresidenta: «Cristina no se toca, si hay que movilizar movilizamos, si hay que hacer huelga de hambre la hacemos. Cristina no se toca».
En un mensaje hacia dentro del Frente de Todos señaló: «Cuando no tienen qué mirar y cuando dicen ‘qué miedo’, ‘le tenemos miedo a los silobolsa’ que tienen 14 mil millones de dólares en sus campos de más de mil hectáreas, bueno cómprenle caramelos». Agrego: «si le tienen miedo miren a las madres cuando eran tan pocas» en referencia a cómo empezaron sus reclamos por la aparición con vida de sus hijos desaparecidos.
«Miren a las madres, si tienen miedo, miren a Cristina y si tienen miedo compren caramelos hijos de p… y no militen más», finalizó enfático y fiel a su estilo el intendente Zurro.