Una familia santafesina reclama la adopción de un nene de tres años que vivió dos años con ellos dentro del programa Familias Solidarias. El estado provincial lo retiró con la excusa de vincularlo con un hermanito biológico, pero el chico, al que llaman Kiki, fue entregado a una tercera familia transitoria que no conoce.
La pareja que lo recibió originalmente y ahora inició una campaña para que se lo devuelvan está formada por el periodista radial Sergio Gigliotti y Cristina Morla.
Si bien ambos sabían que dentro de las reglas del programa de familias de acogida estaba el impedimento de postularse para adoptar a los chicos que albergaban, alegan que hay un límite de seis meses, que en este caso fue superado ampliamente. «Durante dos años, el estado estuvo ausente. Pero cuando pedimos la guarda preadoptiva, se hizo presente. Muy presente«, alegan.
Los Morla Gigliotti alegan que ellos no tuvieron la intención de adoptar, pero que el nene los adoptó a ellos. La campaña para que puedan reunirse con Kiki se hizo viral en las redes sociales. Hay un petitorio en Change.org que ya alcanzó las 35 mil firmas.
La familia asegura que nunca se negó a la revinculación del nene con su hermanito. Por el contrario, se ofrecieron a ocuparse de garantizarla y de llevarlo donde fuera necesario. Durante una de las reuniones, el nene se puso violento y se hizo pis encima, y solo se acercó al bebé cuando Cristina le sugirió que le «convidara una masita».
Las críticas a las gestiones de la subsecretaria del Menor, Andrea Travaini, se basan en la rigidez y la burocracia del sistema que no considera las necesidades especiales de Kiki. Los funcionarios se amparan en las regulaciones, y se molestaron por una pequeña marcha de apoyo a los papás adoptivos de Kiki, que estos aseguran no haber convocado.
Gigliotti publicó un texto en Facebook dirigido al gobernador Miguel Lifschitz en el que además de los reclamos vuelca simpáticas anécdotas domésticas.
Su hija Fernanda, le escribe una carta al que llama su «hermanito del corazón». «Quisiera pedirte disculpas en nombre de todos los grandes que no pudimos defenderte. De todos aquellos que miran para el costado y te niegan la posibilidad de ayudarte. De aquellos a quienes ni tu historia, ni tu vida les ha movido el corazón. Pedirte perdón porque este mundo no se acerca mucho al que vos, y otros muchos niños, se merecen«, le dice. «No llores esta noche antes de dormir por estar lejos, por no dormir en tu cama, por estar con gente que no conocés y por extrañar. Sería para mí imposible explicarte que no te abandonamos» continúa, después de recomendarle que no pierda su condición de «dulce terremoto».