La ex-gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, afirmó a través de redes sociales: “una provincia donde hacía 18 años no se construía una unidad penitenciaria y 7.000 presos no tenían colchones”. La actual diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires argumentó que si durante su gobierno aumentó la población carcelaria fue porque hubo «una política de seguridad que actuaba contra el delito».
Estas declaraciones de Vidal recibieron fuertes réplicas por parte del gobernador Axel Kicillof y del Ministro de Justicia Julio Alak.
El Ministro recordó que en octubre de 2019 el Tribunal de Casación Penal bonaerense informó que las cárceles de la provincia estaban en una situación “catastrófica y al borde de una tragedia”. A su vez, el funcionario agregó que por «la falta de provisión de medicamentos y alimentos» había en las instituciones carcelarias creaba en la práctica «una situación de crisis humanitaria«, en total flagrancia con lo que dicta la Constitución provincial y nacional.
La Ministra de gobierno bonaerense, María Cristina Álvarez Rodríguez, también le respondió a Vidal: «Háganse cargo de que su gobierno fue un fracaso y dejen de mentirle a la gente”, remarcó la funcionaria.
Por su parte, Alak subrayó que debido a las enormes carencias que tenía el alojamiento de personas privadas de la libertad es que Kicillof: «impulsó el Plan de Infraestructura Penitenciaria más grande de la historia de la Provincia, con la construcción de 22 unidades y alcaldías y 15 hospitales penitenciarios«
Este cruce se produce en el marco del anunció que realizó el Gobernador Kicillof acerca de la construcción de 5.500 nuevas plazas penitenciarias con el propósito de «bajar la reincidencia» una vez que los internos recuperan la libertad. Esta ampliación tendrá lugar en Florencio Varela, Moreno, Mercedes, Melchor Romero y de las alcaidías de Ezeiza, Quilmes, Lanús, La Matanza, Tres de Febrero, Moreno y Tigre. Por su parte, se encuentran finalizadas 4.100 nuevas plazas, a inaugurarse a partir del próximo 10 de diciembre.
Kicillof calificó a los esfuerzos de su gobierno en materia de política carcelaria en los siguientes términos: «un plan de infraestructura penitenciaria como no hubo nunca en 200 años de la historia de la provincia«. El gobernador rememoró la gravedad de la situación penitenciaria cuando asumió el cargo en 2019: «Asumimos con enormes deudas de salud, educación y seguridad, con obras interrumpidas y abandonadas. En definitiva, eran deudas con el pueblo de la provincia. Había una huelga de 16 mil internos porque habían dejado de pagarles a los proveedores de comida y remedios.»
En ese sentido el gobernador agregó: «Además, las cárceles tenían una situación de terrible hacinamiento«. Tal era la magnitud de la crisis, que el Servicio Penitenciario Bonaerense en 2019 tenía capacidad para alojar a 24.000 detenidos cuando la cifra de privados de la libertad ascendía a 52.000.
En tiempos de Vidal se incrementó la población carcelaria en 16.000 detenidos, pero solamente se construyeron 1000 nuevas plazas. «Fue una política desastrosa», concluyó Kicillof respecto de los dichos de la ex-gobernadora.
Sobre la insistencia opositora de que en la provncia de Buenos Aires se liberan presos por decisión del ejecutivo, Kicillof estalló: «Me tienen podrido con eso de que soltamos presos. Cansan con esas mentiras, cuando nosotros no tenemos esa potestad«, aseveró el gobernador, quien, no obstante, puso de relieve que «sí tenemos la obligación de darles alojamiento«.
En nuestra región no está prevista la ampliación de plazas penitenciarias. Eso fue lo que acordó, durante su última visita a la ciudad de Junín, el Ministro Alak con el Intendente Pablo Petrecca.