La economía se contrajo 4,2% durante el segundo trimestre de 2018, en comparación con el mismo periodo del año pasado, según la estimación provisoria del producto interno bruto (PIB) que mide el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).

En cambio, si se lo compara con el primer trimestre del año el PBI arrojó una caída del 4,0%.

Esta caída es consecuencia de varios factores, entre los que se incluye la corrida cambiaria y una depreciación del peso del 44% entre abril y junio. Esto generó un impacto negativo en la inflación y por ende en la caída del gasto.

«La evolución macroeconómica del segundo trimestre de 2018 determinó, de acuerdo con las estimaciones provisorias, una variación en la oferta global, medida a precios de 2004, de una caída de 2,8% con respecto a igual período del año anterior«, pero atenuó la contracción del PBI el aumento de 2,7% en las importaciones de bienes y servicios reales.

Por otro lado, la economía sufrió el fuerte impacto de la sequía, la peor en 50 años que golpeó a la producción, el agro y las actividades relacionadas con ellas.