Nicolás Müller, pianista y compositor, es el hacedor de un álbum más que interesante: «Tangos no tan machos», que se grabó en el 2020, pero cuya génesis comenzó diez años antes. Müller dialogó con estudiantes del conservatorio linqueño de música Aldo Quadraccia en el marco de la semana de la ESI y respondió distintas inquietudes sobre la génesis de este disruptivo material.
Sobre la esencia del proyecto y su intencionalidad autoral, el compositor de origen catamarqueño respondió: «Es un proyecto artístico. Al menos en un principio no lo pensé desde una situación militante. Fue una necesidad«. Recordó que sus primeras aproximaciones al tango fueron escuchando a Piazzolla, lo que ya ponía de manifiesto su interés por lo innovador. Fue así que: «Cuando me vine a vivir a Buenos Aires a los 18 años una de las primeras cosas que hice fue ir a bailar tango. No tenía tanta simpatía por la música cantada, los tangos de la guardia vieja me parecían, incluso, para viejos. La danza argentina es una de las pocas que tiene ‘agarre’, es decir, que las parejas tienen que bailar juntas.»
Sobre su interés por las letras tangueras, confesó que no fue, en un primer momento, lo que más lo sedujo: «No le prestaba demasiado atención a las letras, hasta que empecé a escuchar con más atención y dije ‘esto que está diciendo no está bueno’. Si te ponías a pensar lo que decían eran letras muy misóginas, muy machistas. Esas cosas me empezaron a hacer ruido. Así surgió primero el título, ‘Tangos no tan machos‘ y después fui componiendo las obras en función de ese título. Fue como un disparador. A partir de ahí me tuve que poner a investigar.«
Sobre la empatía como generadora de contenido artístico, Müller dijo: «A mí me encanta poder apropiarme de esa idea empática, de poder ponerme en el lugar del otro: ¿Qué pensará un hombre que ama a otro hombre?, ¿Qué pensará una mujer que ama a otra mujer? Ser empático, leer e imaginar«, concluyó como tres pilares fundamentales para definir su estética.
Una de las letras que integran Tangos no tan machos es «Bar el Olmo», que puede escucharse en Youtube, al igual que otras de las pistas que componen el álbum como lo son, por caso, «Milonga travestida».
También en la plataforma Spotify podés encontrar «Tangos no tan machos».