El 20 de julio de 1969, en una misión espacial un grupo de astronautas enviados por los Estados Unidos, llegaron por primera vez en la historia a la Luna. Por esta razón, esta fecha quedó en la conciencia colectiva del mundo.
Y este acontecimiento ocurrido hace exactamente 49 años inspiró a Enrique Ernesto Febbraro, odontólogo, psicólogo, doctor en Filosofía, profesor de historia, músico, locutor y poeta argentino, a festejar en esa misma fecha el Día del Amigo.
Si bien se trataba de una idea que venía preparando con anterioridad, el 20 de julio de 1969, mientras era testigo de la transmisión televisiva que ilustraba la llegada del hombre a la Luna, el oriundo del barrio porteño de San Cristóbal y radicado en Lomas de Zamora encontró la ocasión perfecta para instaurar un Día Internacional del Amigo.
La elección de este día específico no fue al azar, Febbraro, alto miembro de la masonería argentina, tenía una empatía muy grande con Edwin Aldrin, coronel de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, quien descendió de la nave espacial Apolo XI y se unió junto a su compañero Neil Armstrong en el aterrizaje del hombre en la Luna.
Y antes de que la Apolo XI aterrizara en la Tierra, Febbraro tuvo una idea repentina, conectarse con el resto del mundo a través del envío de cartas. Envió desde su consultorio 1000 cartas, a diferentes personas de diversos países. Las respuestas, las cuales fueron 700, dieron el puntapié inicial de una celebración que hoy es oficial en diferentes naciones, entre ellas la Argentina.
«Viví el alunizaje del módulo como un gesto de amistad de la humanidad hacia el universo y al mismo tiempo me dije que un pueblo de amigos sería una nación imbatible. ¡Ya está, el 20 de julio es el día elegido!», manifestaba la carta a sus destinatarios.
Inspirada por el acontecimiento y en homenaje al aterrizaje de la nave Apolo XI en la Luna, con el pasar de los años, la idea del odontólogo se popularizó en países como Argentina, Brasil, Uruguay y hasta España.
Febbraro murió el 4 de noviembre de 2008. En su última entrevista, aseguró que «la amistad es la virtud más sobresaliente porque es desinteresada de todas maneras».