Los aumentos en los alimentos, productos de la devaluación, y los ajustes en las tarifas de servicios públicos y el transporte dispararon la inflación de agosto a 3,9%, según cálculos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Se trata de la inflación más alta registrada desde mayo de 2016. Con este incremento, desde enero el Indice de Precios al Consumidor (IPC) acumuló un incremento del 24,3% y en 12 meses trepó a 34,4%. El resultado de agosto fue el más alto de 2018.
En tanto, la inflación núcleo, que excluye del cálculo los precios cuyos precio fija el Estado, fue del 3,4% en agosto y del 31,2% desde enero.
Los analistas esperan que para septiembre la suba del dólar agregue entre 0,5 y 3 puntos porcentuales a la inflación, dejando el número final muy arriba del 3%.
En el proyecto de Ley de Presupuesto para 2019 el Gobierno nacional proyecta que la inflación de 2018 será de 42%, objetivo para el cual la tasa mensual hasta fin de año no debiera superar el 3,5% de promedio.
Las nuevas metas de inflación son parte de la renegociación del acuerdo stand by que se está negociando por estos días en Buenos Aires con una delegación de técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI).