El Ministerio Público Tutelar (MPT) de la ciudad de Buenos Aires reveló mediante un informe que un 70- 80 por ciento de niños y adolescentes que pasaron por la Sala de Entrevistas Especializada de dicho organismo, pudieron entender que fueron abusados luego de haber recibido clases de Educación Sexual Integral (ESI) en la escuela.
Las declaraciones de los chicos y chicas que fueron entrevistados por ser víctimas o testigos de delitos, arrojan que estos entendieron lo que habían vivido y sufrido al haber tratado estos temas desde la educación sexual.
«La ESI les dio información para comprender que fueron víctimas y, al mismo tiempo abrió un espacio de confianza en la escuela que les permitió contar lo sucedido” explicó la asesora general titular, Yael Bendel a Página 12, medio que difundió el informe.
En agosto pasado, el MPT firmó un convenio de cooperación con la Procuración General de la Nación, por lo que comenzaron a prestar servicio a fiscalías nacionales. Desde ese momento, Bendel manifestó que se están realizando numerosas entrevistas por día.
«La población que viene a declarar tiene entre 3 y 4 años, y entre 12 y 14 años. En la franja de 3 y 4 años no hay diferencia por género. En cambio en la de 12 a 14, casi el 70 por ciento son niñas» relató la asesora.
En los relatos de niños de entre 12 y 14 años, surgió el dato que pone a la Educación Sexual Integral en las escuelas como punto importante por el que los chicos pudieron reconocer que sufrieron una situación de abuso o violencia.
«La ESI abrió un espacio de diálogo sobre estos delitos que les permitió, por un lado, entender qué les pasó, y, por otro, generar un espacio de confianza que les posibilitó contarlo” detalló, y agregó que las herramientas que otorga la ESI sirven para diferenciar y dar cuenta de cuáles son las conductas abusivas y cuáles no.
En 2016, se elaboraron estadísticas sobre el abuso sexual infantil. Estas muestran que el 58 por ciento de los abusos ocurren en los hogares, el 18 por ciento en la vivienda del agresor y el 10 por ciento en la casa de algún familiar.
El 47 por ciento de las víctimas tiene entre 6 y 12 años, el 28 por ciento de 0 a 5 años y el 25 por ciento entre 13 y 17. Respecto a los agresores, en un 75 por ciento son familiares, un 40 por ciento los padres y el 16 por ciento son los padrastros.