Dos años atrás, un tramo de la Ruta Nacional 7 sobre La Picasa tuvo que ser clausurado debido al desborde de agua ocasionado por la gran cantidad de lluvias caídas y la consecuente rotura del pedraplén. Este segmento comprende 11 kilómetros ubicados al sur de la Provincia de Santa Fé, entre las localidades de Diego de Alvear y Aarón Castellanos.
En su momento, la laguna avanzó completamente sobre la ruta, lo que obligó a reducir el tránsito y luego inhabilitarlo por completo hasta que bajara el agua y pudiera arreglarse el tramo.
Ahora, se habilitó nuevamente el paso vehicular. Personal de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) permanecerá durante un mes para regular y supervisar el tránsito, brindando asistencia a los viajeros y garantizando el cumplimiento de todas las medidas de seguridad.
Mediante un comunicado del Ministerio de Transporte de la Nación, se confirmó esta noticia y se indicó que los automovilistas podrán circular hasta un máximo de 80 kilómetros por hora, mientras que los camiones y ómnibus podrán hacerlo hasta no más de 60 kilómetros por hora. Incluso, se instaló un radar para monitorear las velocidades.
Los trabajos realizados consistieron en la ejecución del bacheo superficial y profundo de la calzada, recuperación de parte del material de protección desprendido por la crecida del agua y la construcción de muros de contención. Además, se reacondicionaron las banquinas, la demarcación horizontal y vertical de la ruta.
La habilitación de esta ruta permitirá el paso de transportes de cargas y pasajeros que, ante este problema tenían que desviar sus caminos por las rutas 8 y 33.