El panorama que viven las localidades linderas a la laguna La Picasa no cesa de preocupar. Lejos de ir alejándose el problema comienza a crecer cada vez más.

Los ganados fueron retirados, la ruta 7 está totalmente cortada, con tramos de un metro de agua por sobre la cinta asfáltica, campos totalmente inundados, vías de comunicación cortadas y falta de asistencia de todo tipo.

Los pobladores de la zona denuncian que el problema es por falta de inversiones y responsabilizan a la clase política.

La laguna se encuentra entre las localidades de Aarón Castellanos y Diego de Alvear, y su incesante crecida, a razón de un centímetro por día, crea un panorama sombrío para el futuro de esas localidades.

Además algunos entendidos hablan de un posible «reviente» de la laguna que significaría que crezca rápidamente mucho más de lo que lo está haciendo.

La única salida, indican es hacia el sur por lo que un eventual reviente y desborde total llevaría el agua a la provincia de Buenos Aires afectando el noroeste de la provincia.

Pero recientemente se descubrió un hecho insólito. El presidente comunal de Castellanos junto a los productores rurales vieron que llamativamente un canal drenaba poca agua, cuando se percataron de esa situación descubrieron que el motivo era que dos de las tres compuertas estaban soldadas y una tercera estaba apenas abierta para que no se notara.

«Ese canal se hizo para recibir el agua que saca la estación de bombeo, y cuando la laguna sube, drenar por gravedad esos 5 metros cúbicos por segundo. Pero no sabemos quién soldó las compuertas y sólo dejó una medio abierta para que salga un poco de agua y nadie se dé cuenta. Nos perdimos muchos meses de salida de agua, porque esas soldaduras son viejas, de antes de la inundación», dijo el presidente comunal de Aarón Castellanos Walter Ramanzín al portal «La tribuna del sur».

En diálogo con Radio Universal, Ramanzín dio detalles de la situación y cómo descubrieron la soldadura.