El Gobierno decidió dejar de lado varios proyectos con el instituto de investigaciones aplicadas Invap por alrededor de 1.000 millones de dólares, que había sido firmados durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner.
Mauricio Macri, durante su visita a la ciudad rionegrina de Bariloche realizada el viernes último, se definió como «el primer fanático del Invap».
«Me puse la licitación del reactor para Holanda al hombro y la batallé hasta que se la conseguimos al Invap», recordó el líder del PRO.
En ese sentido, el jefe de estado hizo alusión a la obtención del contrato para la construcción de un reactor de investigación para usos medicinales en Holanda, lo cual fue anunciado por el Gobierno durante la participación del Presidente en el Foro Económico Mundial de Davos en enero último.
La intención del Gobierno es que el Invap oriente sus actividades a la exportación de reactores y satélites, para así no depender de los contratos con el Estado nacional. Actualmente sólo el 20% de las ventas son para clientes del exterior.
El Invap, que entre otras cosas creó el satélite Arsat, hizo en el último año otros dos satélites y antenas para vigilancia que el Gobierno no puede pagar. El centro no tiene subsidios y debe pagar salarios a cerca de 1500 empleados.
«No hay plata para los contratos que el Invap firmó en el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner», expresó Macri.
Y remarcó, «Confío en la capacidad técnica del Invap, pero los contratos que tenía la Nación previstos con INVAP eran de la época de la magia y la plata no está».
«Tenemos que seguir trabajando y vamos a seguir trabajando para ayudarles a vender equipos para medicina nuclear como estamos haciendo con Bolivia y con otros países. Y en cada iniciativa donde podamos apostar y apoyar la creatividad y la capacidad técnica del INVAP ahí estamos porque queremos exportar trabajo argentino en todos los campos», concluyó.