La Unión Cívica Radical de la provincia fijó para el 13 de noviembre próximo las elecciones. Además de la comitiva provincial se renovarán las autoridades de la casi totalidad de los más de 130 comités de los distritos de la provincia en los que la UCR tiene representantes políticos. A nivel provincial ha prevalecido la unidad y no habrá confrontación con otras listas. Lo mismo ha sucedido en varios distritos de importancia. Esta unidad hacia dentro de la UCR bonaerense no debe confundirse con lo que sucede en Juntos, la alianza que el radicalismo tiene con el PRO y otros partidos políticos. En todo caso, la unidad parece ser una estrategia para encarar la disputa interna en Juntos de cara a la conformación de listas y la definición de candidaturas en 2023.
A nivel provincial hay una lista única que fue acordada entre los diversos sectores radicales: garantiza la continuidad de la actual conducción ejercida por Maximiliano Abad como presidente y Érica Revilla como vicepresidenta.
En Junín, la ciudad con más habitantes de la Cuarta Sección electoral, se evitaron las internas y habrá una lista de unidad que la encabezará Carlos Manzur, del sector que responde a Maximiliano Abad. La unidad se alcanzó con el sector del actual presidente de la UCR, Juan Pablo Itoiz (Evolución Radical), que destacó cómo primó el consenso a la hora de definir la alternancia de su cargo. En una nota que brindó a Semanario, Itoiz dejó en claro las diferencias con el PRO que conduce el actual intendente de Junín Pablo Petrecca: «la mesa de Juntos está constituida en Junín. No funciona de la manera que debería funcionar pero no es por un impedimento de la Unión Cívica Radical. La conducción recae en el intendente y debe ser él que la debe convocar».
En Bragado también habrá lista única. La exconcejala María Eugenia Gil será la presidenta del comité local. Dejará el cargo también una mujer, Rocío Tayeldín. La secretaria será Carla Stoppini y Jorge Castillo irá como tesorero. Otro distrito donde el intendente no pertenece al radicalismo: Vicente Gatica ganó las elecciones de 2019 con un partido vecinalista dentro de Cambiemos. Ya anunció que en 2023 podría ir por otro mandato.
En Chacabuco las cosas continuarán sin mucho cambio para el comité de la UCR, de donde salió el intendente Víctor Aiola, actualmente absorbido por las dificultades en su gestión municipal. La lista de unidad la encabeza Lisandro Herrera, actual presidente del Concejo Deliberante, hombre de confianza del intendente y uno de los posibles reemplazos si Aiola decidiera no competir por la intendencia en 2023.
En Chivilcoy, en cambio, no habrá lista de unidad. Aunque se crearon expectativas, las diferencias que llevaron al radicalismo en el pasado a competir entre tres listas persistieron. La conducción radical actual que viene de larga data no logró contener al espacio de Evolución Radical que presentó una lista que está encabezada por Lourdes Zaccardi. En una entrevista Zaccardi fue crítica con la conducción actual y se desmarcó de la responsabilidad de buscar una unidad con quienes no está de acuerdo. En una entrevista con La Razón consideró que la forma del actual comité «no esta modernizado ni a la altura de las circunstancias». Competirá con la lista que encabeza Santiago Hourcastagne, por Adelante Buenos Aires.
Otro lugar que tendrá internas entre dos listas será Bolívar. Una es la que encabeza Sergio Crocce que es candidato a presidente y lo acompañan como candidato a secretario general Gualberto Mezquía y Karina Ottano como tesorera. La otra lista lleva a Guadalupe González como candidata a presidenta, Claudia Morán como candidata a secretaria y Natalio Cortondo como tesorero. En ese distrito el panorama es más amplio porque son cuatro los sectores políticos, pero dos las listas que se presentaron.
Bahía Blanca es otros distrito que tendrá elecciones internas. Allí se presentaron tres listas. Adelante Buenos Aires tiene como candidato a presidente al concejal Pablo Daguerre que encabeza una lista acompañado de otros sectores, entre los que se encuentran algunos representantes de Evolución. Sin embargo, Evolución Radical tiene una lista propia donde el primer lugar lo ocupa Fabián Val y la exconcejala Patricia Piersigilli lo acompaña como vice. Una tercer nómina es la que encabeza Fernando Roig, representante del sector de Posse que cuenta con el aval de Rotindo y podría ser a la vez un probable candidato a intendente.
El caso de Pergamino es otro distrito clave que tendrá internas entre dos listas. Allí gobierna Javier Martínez, representante del PRO. La lista que encabeza el concejal Diego Basanta cuenta con el apoyo de un estrecho colaborador del intendente, el radical Juan Manuel Batallanez. La otra lista reúne a diferentes sectores que tienen como horizonte poder enfrentar en internas al PRO de Martínez en 2023.
Otros distritos que tendrán internas son General Viamonte (donde gobierna el radical Franco Flexas), Olavarría, Azul, Mar del Plata, La Plata y San Pedro, entre aproximadamente una treintena de municipios en total que deberán ir a las urnas para dirimir la conducción.
Como se ve, la situación política en la que se encuentra la UCR y el PRO hacia adentro de su alianza está lejos de ser ideal. Las múltiples diferencias y la voluntad del radicalismo de imponer sus propios candidatos podría conspirar para aprovechar las supuestas ventajas que ese espacio tiene frente al oficialismo del Frente de Todos.
El caso del diputado Facundo Manes, que abiertamente criticó a Mauricio Macri, fue un claro divisor de las aguas demostrando que no hay miedos de parte de la UCR que desde la provincia brindó el apoyo al diputado.
Si se mira del lado del PRO tampoco la situación es prometedora. Los diversos sectores que componen el partido amarillo no tienen consenso en torno a un representante, y se encuentran divididos principalmente por la estrategia y los candidatos de cara a 2023.
Sin embargo, la principal diferencia con respecto al Frente de Todos sigue siendo que no hay temores de parte de quienes forman Juntos Por el Cambio de promover internas para dirimir sus diferencias. En cambio, desde el peronismo varios dirigentes se toman la cabeza entendiendo que las críticas que se expresen en internas abiertas podrían llevar a generar daños tales que disminuyan el poder electoral.