Las intentas manifestaciones populares en contra de la nueva ley de zonificación minera no se detuvieron por casi una semana en Chubut. Allí la ley sancionada permitía la explotación minera en nuevas zonas de la provincia. El proyecto fue aprobado luego de dos años de tratamiento. Este lunes el gobernador Mariano Arcioni, luego de una semana de repudio debió anunciar la derogación de la ley y la convocatoria a un plebiscito para, según explicó, «escuchar todas las voces».

La principal objeción que realizan quienes se oponen es que la actividad minera en gran escala amenaza los ambientes naturales y el acceso al agua.

«Respeto profundamente a quienes se han manifestado pacíficamente estos días y quiero pedirles abrir una ventana de tiempo (…)para pensar cómo damos trabajo a quienes no lo tienen, cómo generamos inversiones para industrializar nuestra producción, con qué recursos mejoramos nuestra educación, nuestra seguridad y nuestra salud», escribió Arcioni en su cuenta de Twitter.

La ley se aprobó el pasado miércoles en el congreso chubutense con 14 votos a favor y 11 en contra. La aprobación cosechó un unánime rechazo, que provino del ámbito político, eclesiástico y sindical. El malestar se expresó con numerosas marchas y protestas que incluyeron la represión policial del gobierno e incidentes que culminaron con el incendio de varias dependencias públicas.

Luego, las protestas pacíficas que sobrevinieron incluyeron cortes a las rutas provinciales de acceso a Trelew, donde se repartieron panfletos para concientizar a las personas.

El descrédito del gobierno provincial también tuvo un capítulo para el gobierno nacional de Alberto Fernández al que los propios funcionarios provinciales señalaron de respaldar la ley.

En cualquier caso, la marcha atrás del gobierno provincial indica que las protestas dieron su fruto deteniendo una legislación que podía en riesgo el medioambiente.