Debido a la pandemia de coronavirus gran parte de la comunidad debe permanecer dentro de sus hogares para preservar su salud y la de quienes lo rodean. Por esto, y ante la imposibilidad de salir, nuestras rutinas diarias se vieron completamente modificadas. 

Nadie desconoce que en muchos casos este aislamiento se vive con angustia, inseguridades o padecimientos, no menores, todos consecuencias del encerramiento y cómo afecta la salud mental.

Buscar actividades y alternativas es una buena posibilidad. Nosotros te invitamos a estimular la imaginación, viajar con la mente y enriquecernos en el aislamiento, compartiendo lecturas.

Cada viernes les compartiremos reseñas enviadas por lectores o invitados sobre obras, autores y libros que leyeron y quieran compartir. Junto a la reseña, estará adjunto el link donde encontrar la obra online.


La ciudad sitiada, de Clarice Lispector.

Escribe: Tomás Chari – Profesor de música y estudiante del profesorado de Lengua y Literatura

Como bien sabemos, la violencia de género es un elemento latente en la sociedad. También, se entiende como violencia de género a la violencia física o psicológica que se ejerce sobre una persona. Hecho aberrante, notoriamente y latente en la sociedad.

Al entablar a la violencia de género como un fenómeno social hacemos hincapié en que este fenómeno ha existido durante siglos, la diferencia es que en las últimas décadas ha tomado mayor notoriedad. También es de suma importancia destacar que la violencia de género se produce en infinidad de cuestiones, tal es así que este fenómeno se ve en la violencia que un sector social ejerce sobre otro, la violencia del hombre a la mujer, el abuso de poder – siendo también un tipo de violencia de género –, entre otros aspectos no menos importantes.

Algo extremadamente magnífico que ha sabido lograr la literatura es retratar la violencia de género en sus páginas. Ha sabido mostrar las miserias de la humanidad en todos sus géneros, o en sus tres géneros principales: lírico, narrativo y dramático.

Clarice Lispector quien fuera una escritora brasileña de origen ucraniano y judío fue una de las personas que ha logrado marcar, no sabemos si de manera intencional o no, la violencia de género. Nació en Ucrania en el año 1920, mientras su familia se encontraba escapando de Rusia. Murió en Rio de Janeiro en 1977 a causa de cáncer de ovarios.

La escritura de Clarice Lispector es variada y marcada por las experiencias de vida. Entre sus obras se encuentra un gran número de obras infantiles, como así también cuentos, novelas, ensayos, entre otros. Perteneciente a la generación del 45, en Brasil, y a la escritura relacionada con el modernismo. Ha logrado ganarse un lugar entre los escritores de renombre en dicho país.

Entre sus obras se destacan La ciudad sitiada, publicada en el año 1948. Novela que marca el progreso industrial que vivía Brasil en aquel entonces. Dicho proceso trae consigo el desprecio de los sectores dominantes y la violencia se hace cada vez más evidente. Pero la historia y trama de la novela se centra en un personaje y en un punto clave de la mujer en la sociedad: el proceso de liberación de Lucrecia Neves, una mujer sitiada, asfixiada por la urbe y sus habitantes. En la inquietante y profunda evolución de su metamorfosis, la protagonista intentará formar parte de una asociación de jóvenes, será novia de Felipe, un joven y bondadoso muchacho, en un principio, que luego mostrará su lado más antagónico a la primera cualidad, transformándose en un despreciable y agresivo ser con Lucrecia. Luego aparecerá Perseu, bello y generoso con la protagonista, aunque la misma optará por casarse con un próspero comerciante. La autora la describe como una persona fogosa e inalcanzable, y la sitúa siempre entre el equilibrio y el desequilibrio, enderezándose sin moverse para no desmoronarse entre los vaivenes que le tocan vivir. Lucrecia Neves es sin lugar a dudas una de las más memorables protagonistas de la narrativa de Clarice Lispector.

La novela, mediante Lispector, induce a la introspección, es decir, el personaje de Lucrecia Neves nos invita a una reflexión constante. Esta reflexión puede centrarse en diversos aspectos tales como el progreso de Sao Geraldo (pueblo al que pertenece la protagonista), la violencia, principalmente psicológica que recibe la protagonista por parte de Felipe o el consuelo de amparo que recibe de Perseau.

En La ciudad sitiada Lispector busca avivar la inquietud en el lector, fundamentalmente sobre temas existenciales, poniendo en juego la existencia de la protagonista, es decir, que los problemas que Lucrecia sufre los padece por el solo hecho de existir. Al leer la novela mencionada se pone de manifiesto la filosofía heideggeriana (en alusión al filósofo alemán existencialista por excelencia Martin Heidegger). La misma Lispector afirma que se dedica a escribir de manera simple y desnuda y quizás por eso hiere leer una obra suya. Como así también hace hincapié en la escritura simple y concisa, directa, lo cual requiere práctica y trabajo duro.

Como hemos dicho, La ciudad sitiada es una novela que consiste en una escritura simple, pero a la vez resulta un desafío extremo para el lector, ya que en sus únicos cuatro capítulos, demasiados extensos, puede ser complicado encontrar la trama de la obra; algo que resulta sencillo en otros autores. Asimismo, La ciudad sitiada no deja de ser una obra diferente.

Clarice Lispector es una escritora diferente que se dedica a hablar de temas íntimos en un momento de la historia donde eso era considerado casi un tabú. En definitiva, es una escritora que merece ser reconocida y leída, por lo menos, en América Latina, siendo una autora que se ubica a la par de las grandes voces de la literatura latinoamericana de la talla de Jorge Luis Borges, Manuel Puig, Pablo Neruda, Gabriel García Márquez, Octavio Paz, Blanca Varela, Mario Benedetti, entro otros.

En sus obras, Lispector supo transmitir, como dijimos en un principio, la violencia de género a todos sus escritos, donde se encuentran la suma de sus inquietudes relacionadas al impacto abrumador de la realidad cotidiana y la inaceptabilidad de un hecho violento. También, para concluir, podemos entender que los personajes de Lispector son un reflejo de ella misma y lo que Lispector escribe es un arte que hace desear al lector conocer más sobre su obra como así también entender a la mujer y su deseo de liberación en ese contexto.


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