Debido a la pandemia de coronavirus gran parte de la comunidad debe permanecer dentro de sus hogares para preservar su salud y la de quienes lo rodean. Por esto, y ante la imposibilidad de salir, nuestras rutinas diarias se vieron completamente modificadas.
Nadie desconoce que en muchos casos este aislamiento se vive con angustia, inseguridades o padecimientos, no menores, todos consecuencias del encerramiento y cómo afecta la salud mental.
Buscar actividades y alternativas es una buena posibilidad. Nosotros te invitamos a estimular la imaginación, viajar con la mente y enriquecernos en el aislamiento, compartiendo lecturas.
Cada viernes les compartiremos reseñas enviadas por lectores o invitados sobre obras, autores y libros que leyeron y quieran compartir. Junto a la reseña, estará adjunto el link donde encontrar la obra online.
Las nubes, Juan José Saer
Escribe: Jazmín Alegre – Profesora de Lengua y Literatura
Es indiscutible la cantidad de nuevos hobbies que nos deja El evento del 2020.
La pandemia trajo aparejadas muchísimas ganas de unas medialunas caseras con la receta de la abuela (o los tan salvadores panqueques), menos ganas de hacer ejercicio y muchas ganas de volver a ese amor que siempre nos salva: el libro.
No importa qué lector/a/e seas: de diario, de Facebook o de libros “ en papel” porque siempre tienen ese olorcito; la pandemia seguro te va a dar ganas de zambullirte, como un febrero caliente en la costa, en la literatura.
Pero primero lo primero, el autor recomendado: el queridísimo Juan José Saer.
Ignorado durante gran parte de su vida creadora, la obra de Saer ha obtenido, a partir de los años ochenta sobre todo, el reconocimiento de la crítica especializada, tanto en Argentina como en Europa y es considerado no sólo uno de los escritores argentinos más importantes, sino incluso uno de los mejores narradores de los últimos tiempos en cualquier lengua.
Este escritor santafesino logró ganarse un lugar de reconocimiento con su obra en la literatura del siglo XX, y el guiño de referentes como Martin Kohan, quien se animó a declararlo “el escritor más grande de Argentina después de Borges”.
En esta oportunidad, si bien reconozco mi vacilación al elegir una de sus obras, creo que su novela breve Las nubes (1997) merece un énfasis especial; particularmente porque no ha gozado de la misma fama o preferencia por parte de la crítica y sinceramente, la merece.
La obra está ambientada en el 1800 durante el Virreinato y tiene como protagonista y narrador al Doctor Real, un joven médico que se desempeña en el floreciente (y muy cuestionado) ámbito de la salud mental, influenciado por sus estudios en Europa.
En la primera parte de la novela, Real se encarga de darnos a conocer a su maestro y amigo, el Dr .Weiss, un profesor holandés a quien conoce durante sus estudios y deja sus huellas tanto a nivel personal como profesional.
Saer nos permite conocer a través del narrador al personaje de Weiss, con quien inmediatamente el lector genera un vínculo de camaradería gracias a la prosa del autor: Weiss es ese personaje adorable, en busca de la utopía y casi paternal que nos enseña que la locura, a fin y al cabo, no es más que una parte del alma.
Los doctores emprenden la dificultosa tarea de llevar adelante Las tres acacias, el primer hospital para “problemas del alma” en el Virreinato, que venía a salvar a aquellas familias adineradas que no querían “hacerse cargo de sus locos”.
En el punto central del argumento, el Dr. Real presenta la crónica de un viaje impresionante que realiza por el llano desolado para trasladar, en un sentido amplio de la palabra, a cinco pacientes de diversos orígenes, recursos y nacionalidades a su Casa de la Salud.
Como es de esperarse, el viaje está demasiado lejos de ser sencillo, y entre los personajesmás interesantes que presenta Saer en esta obra, aparece la figura del cacique Josecito, un sanguinario aborigen que gusta de tocar el violín sobre los cadáveres aún calientes de sus víctimas.
Si bien el argumento es atrapante, lo magnifico de la obra no agota solo en la historia.
Saer nos invita a través de una lectura rápida a repensar cuestiones que son inherentes al ser humano y toda su prosa apunta a que el lector sienta en carne propia la importancia de los vínculos: no solo el vínculo que construye el Dr. Real con el Dr.Weiss, sino el que se genera con sus pacientes en esta compleja caravana de traslado.
Aplausos de pie merecen los personajes/pacientes y sus enfermedades.No obstante, creo necesario aclarar que es a través de los locos que Saer nos invita a cuestionar qué es la normalidad, qué es la locura, quién soy yo y quién es el otro recorriendo una novela que inclusive, te saca una risita de esas ingenuas.
Una obra de fines de los ’90, Saer, el Dr. Real y 5 locos viajando en caravana: nada puede malir sal.
Clickeando acá, encontrás la obra completa.
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