Las elecciones de la provincia y las elecciones municipales, finalmente no se desdoblarán. El plan para desdoblar había sido propuesto por María Eugenia Vidal, bajo el nombre de reforma electoral, aunque no tenia otro objetivo que el de buscar la reelección al frente de la provincia en una elección diferente a la nacional.
De esa manera, Vidal tenía pensado librarse del lastre que supone hoy la imagen del presidente Macri. No le aseguraba nada, pero era una gran ventaja, porque la gobernadora tiene una imagen muy superior a la de Macri y su intención de voto crece si se la considera fuera de un tándem con Macri.
La misma situación atraviesan los municipios oficialistas, que realizan gestiones más o menos exitosas, pero para ellos también Macri supone una imagen negativa con la que habrá que lidiar y que puede poner en riesgo lo que en una elección desdoblada era pan comido.
Pero como no las habrá, Macri encabezará el cuerpo nacional de la boleta de Cambiemos en 2019, mientras que el cuerpo de gobernador estará Vidal, y la boleta en Chacabuco la completará Víctor Aiola que será el candidato a intendente si no hay complicaciones.
En lo local, el intendente tiene gran aceptación, una intención de voto importante, pero un tercio de esas personas no votarían a Mauricio Macri. En cambio, para la oposición, esto alimenta las posibilidades de un triunfo electoral.
La economía, explican desde el peronismo, seguirá yendo mal porque todas las medidas que el gobierno toma van en ese sentido, y la imagen de Macri ha caído fuertemente porque la principal preocupación es el rumbo económico. Si no cambia el rumbo la imagen de Macri seguirá en caída y seguirá perjudicando a quienes lo acompañen en la boleta.