La segunda ola de covid llegó a la ciudad de Chacabuco que este martes 6 de abril marcó un récord de casos, el mismo día en que los casos treparon al máximo en el país, la provincia y la ciudad de Buenos Aires. Pero el diálogo en búsqueda de soluciones que existe en esas jurisdicciones y en otras ciudades entre las diferentes fuerzas políticas está interrumpido en Chacabuco.
En abril de 2020, cuando la pandemia era una novedad el intendente recibió todo el apoyo tanto de la oposición como de sectores sindicales e instituciones que concurrieron a la convocatoria para formar un Comité de Crisis. En esa etapa el comité centralizó donaciones para asistir a familias porque la Municipalidad no podía hacer frente a esos gastos. Colaboró en organizar medidas de sanitización, de control en los accesos y de prevención.
Pero ese comité se paralizó cuando desde la oposición decidieron retirarse porque el intendente se negaba a implementar un proyecto municipal de apoyo a comercios y pymes con los recursos recibidos. Los concejales del Frente de Todos en ese entonces consideraron que el consejo o comité «no está cumpliendo con el objetivo por el cual fue creado«.
Lo propio hicieron los miembros de la Mesa Sindical (formada por casi todos los gremios con representación en Chacabuco). El principal argumento fue que la Municipalidad se negaba a reconocer la pérdida salarial y la exposición a la pandemia de los empleados municipales, a quienes luego de suspenderles las paritarias un año les ofrecía dos bonos de 3 mil pesos. También se retiró de esa instancia el sindicato ATE que no participa de la Mesa Sindical.
El comité, que trabajó muchísimo y hasta los concejales terminaron haciendo controles en los ingresos, se reunió solo una vez y todos esos sectores consideraron que ese espacio no cumplía con su función de consensuar las medidas a tomarse y que recibían la misma información que el intendente contaba en los vivos de Facebook.
Al advertir el error la Municipalidad convocó a una nueva reunión, en septiembre de 2020, en la que ya no tuvo el respaldo unánime y desde entonces no hay un espacio donde se articulen e intercambien las diferentes miradas y posiciones para actuar de una mejor manera frente a la pandemia.